Así es María...

Cuando se supo que Ricky venía a Chile era obvio: la Cintia tenía que estar ahí. Lo segundo obvio era que yo la acompañaría, jajajajaja, aunque ella me tendría que auspiciar la entrada.

Y así fue. Ella compró los tiquetes (zaaaaa) y le dedicó múltiples nicks a lo largo del tiempo. De pronto noté que ¡oh, sorpresa! el martes 29 yo tenía taller (día en que se saca al aire un noticiario de tv y el equipo trabaja de 8:30 a 19:00 hrs). Lo peor que podía pasar era que me tocara ser conductora, porque significaba que no podía alegar enfermedad para irme antes y alcanzar a llegar... me tocó ser conductora (la vida es bella, ¿no?).

La estrategia era ésta: la Cintia me dejaba la entrada el martes antes de su prueba, y se iba a Riesco. Yo rajaba apenas terminara el programa. Ella me llamaba a las 7, dps a las 7:30, dps a las 7:40 para ver dónde iba... Y así fue... y resultó. Cuando llegué estaban todavía en la cola, jajaja, y la Cintia entre las primeras. Me colé, nadie se quejó y al ratito después, abrieron las puertas (retarde, hay que decirlo).

Cuando entramos, descubrimos que por suerte la tribuna era un andamio escalonado, es decir, hacia arriba, lo que permite ver bien. Aunque un poco endeble, estaba relativamente cerca del escenario en comparación con lo que uno estaría en un estadio.

Las chicas que estaban debajo de nosotros, estaban recontra aburridas, porque se la pasaban riéndose de mis tallas estúpidas (consideremos que yo llevaba ya a esa altura, más de 12 horas trabajando la mente y el cuerpo. Mi cerebro presentaba signos de retardo).

Me empezó a doler la cabeza, me tomé los paracetamoles y esperamos. Las malas lenguas decían que la cosa no empezaba hasta las 10 (era a las 9), pero no fue así, comenzó un poco después de la hora señalada.

En eso se apagan las luces, nos ponemos de pie con las cámaras en mano (no importa que las fotos hayan salido pal hoyo) y... y... APARECIÓ RICKYYYYY cantando canciones que una no-fan como yo no conocía, jajaja, pero que estaban bien zandungueras. En eso también cantó Bella y etc etc.

Me gocé Livin' la vida loca, mucho. Y después comenzó ese anplag de las viejas canciones románticas... NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, Ricky me revivió viejos y asquerosos sentimientos... Yo gritaba desaforadamente: "QUE ERES EL AMOOOOOOOOOOOOOOOR DE MI VIDA, ME LO DICE MI CORAZÓN QUE NO TE OLVIDAAAAAAAAAAAAAAAAAA" y nos menéabamos al ritmo respectivo.

El escenario era APOTEÓSICO. Lo juro. Tenía unas pantallas la raja, lo malo es que nunca mostraron a Ricky, sino puros videos. Y la sensación latina se movía shuper shenshualmente y las chicas gritaban (y yo también... pa estar a tono pueh) y después hacía sus pasos de ballet clásico al estilo Pedro, jajaja, pero le quedaban de lujo.

Su voz estaba estupenda. Lo juro. Impecable. Y el tipo no se hiperventiló con tanto meneo y saltito y capoeira y competencia: "POR ARRIBAAAAAAAAAAA POR ABAJOOOOOOOOOOOOOO", en donde la Cintia y yo éramos de ambos equipos (no malentender: del equipo derecho y del izquierdo, ajajaja, es que no existía el equipo de los de arriba).

Cantó sus éxitos, todo bacán y se fue. Y obviamente nosotros le movimos el dedito: nooooo, Ricky no se vaaaaaaaa, no se vaaaaaaa, no se vaaaaaaaaaa, Ricky no se vaaaaaaa. Y volvió. Y acá sí que la reventó. Empieza a cantar uno de sus más grandes éxitos (y canción favorita de la Cintia): Vuelve...

NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, YO ME QUISE MATARME AHÍ MESMITO. "Algo me dice que ya no volverás, estoy seguro que esta vez no habrá marcha atrás". Noooooooooooooooooooooooo, yo me retorcía de sentimientos que afloraron de la nada... Y todo estaba tan perfecto... Fue EL momento de la noshe. Ricky la rompió.

Entremedio nos dio sed: $1.000 la lata de bebida... POR FAVOOOOR, no haberme avispado con una botella de jugo yupi, qué gansa.

Bueno, la cosa es que finalmente terminó el concierto y nos entrevistaron para En boca de todos, jajajaja, yo hice mi comentario serio: "Estuvo impecable, una puesta en escena espectacular, super ágil, la voz perfecta, buenísimo, y eso que yo no soy fan, la fanática es ella, pero estuvo buenísimo". Y ahí vino la Cintia: "Buenísimo... RICKY TE AMOOO", jajaja, al otro día se pasaron a Luisi por la raja, pero la declaración de amor de la Cintia se vioooooooooooooo, jajajaja, excelente.

Llegué muerta a mi casa. No me podía el alma. Y aunque no soy fan de Ricky, me gustó su show, me gocé su repertorio romántico y zandunguero a morirrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr y compartí con mi washa el momento más lindo de este año... quizás el único. No, no quizás. Seguro que sí: el momento más lindo del año: viendo al ídolo en persona y cantando: "Por arribaaaaaaaaaaaaaaaaa por abajooooooooooooooooooooooooo".

Gracias por todo, perri.

PS: Partido Socialista
Hijo también estuvo presente, jajaja.