5 de febrero de 2009

Paso pasito hay que bailar, una vueltita y ya empezó

Y ya tengo contador... No hay pie atrás en el proceso de convertirme en empresaria de fuste. En un principio yo creeía que era la papa, super fácil y sencillo. ERROR, es más difícil que la mierda llevar la contabilidad, así es que mientras no me decida a estudiarla formalmente en la universidad (que probablemente no lo haré), opté por buscar un profesional.

Lleva un día como mi contador oficial y hasta el momento ya me arregló mi desastre de declaraciones y estoy por proceder a contratarme a mí misma como empleadora y empleada, jajajaja, muy divertido (todo legal, eh). Gracias a eso podré cobrar licencias cuando esté enferma, porque cuando estoy enferma la empresa no produce, porque la empresa soy yo, ustedes saben.

Y bueno... sigo en la búsqueda incansable del periodista que regirá los destinos de la empresa que me contrató. Es difícil dar con el perfil adecuado, pero estoy clara en que deseo que sea una persona joven, alguien a quien poder moldear para que desarrolle el trabajo de la manera que a mi parecer es más eficiente y más útil para todos, el cliente, él o ella y yo. Los más viejos ya vienen con sus mañas. Además sería muy raro que un periodista de 40 años tuviera como jefa a la gran Luisa de 24. Raro en apariencia, porque en mi alma todos sabemos que tengo 80 años y soy capa.

En marzo mi empresa cumplirá un año. Ya va a ser un año desde que no busco trabajo tradicionalmente, la última vez que miré ofertas ofrecidas fue para saber cómo andaba el sueldo mercado. Va a ser un año desde que mi objetivo es tener clientes, no jefes.

Me sigo juntando con las personas de los círculos emprendedores y cada vez estoy más convencida de que el esfuerzo que implica lo "extra" al emprender, respecto de trabajar empleado, vale millones de veces la pena. Es cierto que uno se toma miles de molestias y queda con el culo chato de tanto ir a las reparticiones públicas una y otra vez a dejar papeles, es cierto que a veces se manda condoros como no declarar impuestos (por ignorancia, no por dolo), es cierto que a veces dan las 2 de la mañana y uno está trabajando en una propuesta, pero sabemos que es un impulso inicial que a mí a veces me parece un obstáculo hecho únicamente para que queden los más fuertes. Es decir, después de pasar por toooodo eso, uno se curte, se acostumbra, se aviva y está listo para enfrentar cosas que sean cada vez más desafiantes.

Cuando uno es joven y está recién empezando a trabajar, llega el momento de iniciar actividades y las famosas boletas. Ahora por internet el trámite es prácticamente instantáneo y todo super cool, pero es un primer acercamiento burocrático para poder desempeñarse en alguna ocupación formal.

Después eso para algunos vendrán los trabajos con contrato, la AFP, los trámites de Caja de Compensación, etc, etc, etc. Cada trámite que hacemos nos deja un paso adelantado para nuevos trámites más complicados.

Cuando el sistema nos pone tanta trabas que nos hace desistir de proseguir alguno de ellos, hemos perdido una batalla, por eso digo que esto es una carrera de supervivencia. He visto personas irse porque la fila casi no avanza, pero ahí está uno, perseverando porque al final es el único camino para establecerse y lograr prosperidad.

Comprendo y entiendo a las personas que buscan la llamada "estabilidad" laboral en manos de terceros, pero me parece que está rodeada de mitos. Es decir, un contrato de trabajo dura mientras la empresa te necesite. Esa "estabilidad" es un tanto frágil porque al mismo tiempo depende de otra estabilidad, la de la empresa. Incluso si la empresa te necesita mucho, no va a dudar en echarte si pierde su propia estabilidad por cuestiones de mercado y crisis como la que hay hoy día. No es mala onda de la empresa, es la realidad de cómo son las cosas en un negocio.

Para mí la gracia de emprender algo no radica 100% en el éxito del emprendimiento. Tal como digo: por la realidad del mercado y muchos factores, uno puede tener malos momentos en su negocio. Obviamente queremos que sea lo más sólido posible, pero la gracia del que emprende está en que si las cosas van mal, busca alternativas para que vayan bien. Si este negocio no anda, será este otro. Si el enfoque inicial no me funcionó, lo modificaré.

Ésa es la gracia. Porque lo único permanente es el cambio. Paso a pasito.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

OU Yea <>





L

Anónimo dijo...

Bien Luisa!
Te leo de vez en cuando hace ya algunos años, y me encanta ver como tu vida crece y se hace cada vez más sólida.
Sigue así y mejor.

PS Y gracias, me sirvieron los tips de enero.

Musique* dijo...

"Porque lo único permanente es el cambio" así es!

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