6 de marzo de 2009

Good days

Nuevamente en el carril del año. Marzo trae consigo la inevitable inercia del trabajo metódico y la disciplina. Atrás quedaron las mañanas a medias de enero, las hermosas vacas de febrero y la búsqueda errática de nuevos negocios dependiendo del ánimo festivo del día.

El primer lunes de marzo nos fuerza, a la mayoría, a empezar el año de verdad. El 1 de enero es simbólico, se supone que uno parte y claro que es así (yo me gané mi licitación en enero), pero la realidad es que las cosas serias comienzan en marzo.

Las labores se inician ahora, se deja atrás el trabajo dulce de enero cuando uno está con las pilas puestas porque sabe que ya se va. Ahora queda por delante un hermoso 2009 en el que ya están de lleno todos trabajando. Ya llegó todo el mundo, se reciben los propuestos, las empresas nuevamente abren sus puertas, etc, etc.

Este marzo ha sido bello. Si bien la falta de liquidez es extrema por las inversiones que he debido realizar y los pagos andan atrasados, se han hecho muchas cosas. He concretado la elección del periodista que requería, ya pagué mi primer mes de imposiciones y ha comenzado oficialmente el proceso del Gran Proyecto Gran. Aún incipientemente, porque falta lo más importante, pero lo relevante es que cuando se echa a andar la cuerda, el resto anda solo.

Y así veo pasar estos días, con nuevas perspectivas y alianzas comerciales, ad portas de comenzar de lleno en la empresa que contrató a mi empresa, esperando con ansias la devolución de impuestos, jajaja. Todo bien.

Marzo va reafirmando la gloriosidad del año completo que ya está sobre nosotros.

2 comentarios:

Tomás dijo...

Un año que comienza conmigo y una mesa llena de huesos.

Yuju! Me dieron ganas de comerme un osobuquito

jajaja

Vamos vamos, compañera!!

Luisa Ballentine dijo...

Oooooh, un osobuquito... ése es el que tiene médula, no? Amo el pan con médula, jajaja.

Aguante, compañero!

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