4 de abril de 2009

Súmate

El martes comienzo un nuevo semestre académico como profesora de Expresión Oral en Súmate. El año pasado estuve con Expresión Escrita y ahora me toca tomar a los de segundo año y continuar con el proceso en esta otra área de la comunicación.

Me gusta este tipo de "docencia", aunque me quedaría mejor decir "docencita" porque son pocos estudiantes y pocas clases. Me gusta el ambiente del aula, bastante tranquilo y con oportunidades de transmitir conocimientos prácticos.

No es que la odie la teoría... o sí, pero bueno. Todos saben que la practicidad es lo que hace funcionar mi alma, así es que poder entregar herramientas concretas que sirvan en la vida, me estimula y me hace ir con ganas aunque a veces me dé lata. La gracia es que al llegar allá nuevamente estoy con energía y me olvido de mi cansancio constante.

Estas clases son para jóvenes de escasos recursos (per cápita promedio de alrededor de $45.000... figúrense lo que es eso) que han sido becados para estudiar en institutos técnicos y están orientadas a otorgar competencias laborales, es decir, a entregar capacitaciones que les permitan contar con una ventaja al momento de buscar trabajo.

Ahí es donde entra la comunicación. Y yo como dueña, gerente y trabajadora de mi empresa de comunicaciones, sé muy bien la diferencia que hace un mail bien escrito, un currículo correcto y un desplante en una entrevista, al momento de entregar un trabajo.

Si pido un periodista, por ejemplo, y parte mandando su cv con faltas de ortografía... adiosito. Ni archivo ese currículo. Y cuando los diseñadores me mandan currículos aburridos, tampoco, porque me parece que al buscar trabajo se debe mostrar la diferencia respecto del resto y a veces ese mail es lo único que tendrás para que quien está contratando pueda conocerte.

Luego en las entrevistas, influye mucho el vocabulario y el modo de expresarse lingüisticamente, pero también otros factores como la empatía, la prestancia, la seguridad, la postura, la calidez. Etc. En la era de la imagen, la imagen lo es todo.

Me gusta la oportunidad que tendré a través de este curso, de poder inculcar eso. Me gusta mi posición. Por un lado como periodista domino el programa a la perfección, no olvidemos que obtuve la mejor calificación en Oratoria en la universidad, así es que mis habilidades como oradora servirán muchísimo. Pero... y acá me parece que hay otro aporte quizás más importante, como jefa y reclutadora de personal (junto a mi gerente de Recursos Humanos estrella), hay ciertas cosas que he visto y que han sido muy malas en las entrevistas, así es que puedo darles información de primera mano acerca de cómo abordar esa instancia que a ellos les tocará enfrentar a finales de este año.

Súmate es una fundación del Hogar de Cristo en constante búsqueda de voluntarios para apoyar a los estudiantes cuando les empieza a ir mal en un curso del instituto. Sería bueno que si alguien tiene ganas de ser parte de la red y estar disponible para dar clases en caso de que un chico lo necesitara, me mandara un cv y su área de expertise. Siempre bienvenidos los que quieran ayudar.

A diferencia de otros programas de voluntariado, en Súmate hay mucha seriedad y mucho compromiso de parte de los estudiantes (de verdad están interesados en aprender, no van con cara de lata) y de los encargados de coordinación. Todo funciona como un reloj, nunca faltan plumones, ni lápices, nada. Las cosas están organizadas perfectamente. Así es que es cosa de atreverse. Sé que a muchos les da pánico dar clases, pero tomar a uno o dos chicos que están complicándose con las matemáticas o con física, no es tan terrible. Es un buen comienzo.

Así se mejora la sociedad. Así nos beneficiamos todos. No creo que haya una mejor forma de demostrar interés por los seres humanos, que aportando un grano de arena en la educación de quienes no han sido tan afortunados como uno. Pienso que los voluntariados de acompañamiento y recreación son super importantes y me encanta hacerlos (como el taller de poesía que pronto dará a luz su libro), pero donde realmente he visto diferencias y cambios de vida en una persona, es en la educación para el trabajo. Toda la gente de Súmate (su plana directiva y sus más de 80 voluntarios) en conjunto con el compromiso de los más de 200 jóvenes becados, logran sacar adelante no sólo a cada uno de ellos, sino a la familia entera que está detrás. Y una familia que sale de la pobreza es un futuro que se abre para sus miembros y para los que vendrán en generaciones sucesivas. Y eso, mi gente querida, no tiene precio.

Quedan invitados.

3 comentarios:

Cintia de Martin dijo...

Esto es donde te esperé el otro día. Los cabros se veían más entusiasmados!

Luisa Ballentine dijo...

El que fuiste tú es Moviliza, una corporación que trabaja con personas en situación de calle (y a la que también están invitados, jajajaja).

Súmate son las que doy en Los Héroes los martes, y por eso nos veremos para compartir nuestra COCA COLA.

Y ni te digo la clase de hoy, un entusiasmo increíble, estos cabros me vuelven hiperkinética con tanta energía bonita.

Cintia de Martin dijo...

aaaaaaaaaaaaaah, podría ser tu ayudante?? jajaja

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