18 de junio de 2009

Sociedad enferma

Como tantas veces he escrito en este blog, no creo en la mayoría de las enfermedades. Creo que algunos creen que ellos tienen ciertas enfermedades, pero no creo en su existencia... cómo decirlo, fisiológica. Adhiero al postulado de que es uno mismo el que se crea ciertas enfermedades como manifestación de un desequilibrio emocional y no físico.

Se me viene a la mente un recuerdo de esas personas que se enferman gravemente ante un gran acontecimiento debido a los nervios y el estrés que puede provocarles. Esas "enfermedades" tienen nombre. Se llaman "examen de título", "me fui a vivir solo por primera vez en mi vida", "producción del festival de música de cerveza Cristal" o "mi cuenta bancaria está en menos mil millones".

Ésas son las enfermedades mundiales cuyos síntomes son fiebre, dolor de cabeza, vómito, diarrea y súmele acá su patología preferida. Esta gente va al médico y no tiene nada porque, en efecto... NO TIENE NADA. Es sólo el desequilibrio interno emocional por la presión lo que desata estas manifestaciones físicas. Lo peor, para mi gusto, es cuando van a esos doctores que para justificar el pago de la consulta les dicen "sí, mira, te pasó esto en tu sistema límbico y no sé qué". BAZOFIA.

Mi amiga Cintia de Martin me comentaba el otro día sobre una particular conversación en el matinal de Chile. El entrevistado era el siempre aclamado gurú de la medicina, doctor Paris, y la entrevistadora la siempre tan tontita Tonka Tomicic. Tema: gripe porcina, obvio. Ante la pregunta de "¿qué podemos hacer las personas para evitar enfermarnos en cualquier momento del año, ya sea de esta gripe o de otra?", el doctor NO contestó con las siguientes afirmaciones: tomar mucha vitamina C, acaparar Tamiflú porque nunca se sabe, salir con mascarillas cuando comience el período de incubación, aislarse de todos y ser ermitaño, vacunarse siempre contra la influenza estacional, mantener una dieta balanceada y hacer ejercicio, visitar diariamente las páginas del Minsal y la OMS para seguir sus recomendaciones...

No, el doctor Paris NO conestó eso. El doctor Paris SÍ dijo "para prevenir enfermarse lo más importante es estar contento, de buen ánimo y ser feliz" (aclaro que todo lo que está entre comillas es una aproximación a la realidad porque mi memoria es frágil).

¿Pueden creerlo? En otras palabras, el doctor Paris dijo: SEAN EQUILIBRADOS LOS WEONES, NO SE ANDEN PREOCUPANDO POR WEÁS, NO SE MEDIQUEN NI SE INTOXIQUEN. VIVAN.

Eso fue lo que quiso decir. Y lo dice un hombre de la medicina, un crack de la infectología. Ojalá a él sí le hagan caso.

La querida Tonkita respondió al doctor Paris diciéndole "ah, pero eso es imposible". Y con esta estúpida afirmación que contradice todos los principios de responsabilidad que deben tener quienes están en los medios de comunicación, de alguna forma reafirma el por qué hay tantas farmacias en esta ciudad y por qué todos siempre estamos con algún achaque: porque no hemos sido capaces de equilibrarnos ni ser felices.

Algunos están un poco más avanzados que otros en esta carrera, pero al fin y al cabo se trata de combatir años de malas informaciones respecto de por qué nos pasan ciertas cosas a nivel físico que no entendemos. Si alguien se cae de un quinto piso y se fractura media columna, obvio que está claro que se trata de un tema físico: la espalda no es inmune al pavimento en caídas de 10 metros a muchos kms por hora.

Acá hablo de esos síntomas inexplicables, de ese dolor de cabeza permanente, de ese dolor de guata ocasional, de ese desvanecimiento cuando caminamos por la calle. Esos pequeños síntomas que dejamos pasar en el momento o que tratamos con remedios que curan, justamente, el síntoma físico, pero no su causa... porque no indagamos en cuál es la causa.

Un ejemplo concreto y personal: el año 2004 comencé a tener dolores de cabeza diarios. Despertaba con dolor de cabeza todos los santos días y mientras más dormía, más me dolía. Mi primera medida fue ir al oftalmólogo para que me cambiara los lentes. Ok, con lentes nuevos seguía pasando. Luego pedí una interconsulta en el hospital (que demoró tres meses) para ver un neurólogo. Tras un muy breve examen que incluyó pasarme un lápiz de pasta por el pie, se dictaminó que cerebral no era (tumor descartado). 4 años después, en diciembre del 2007 se me quiebra una muela justo entre navidad y año nuevo. Pasé las fiestas en Viña y al regreso corrí al dentista. Me curaron la muela. Inocentemente pregunté "será que un dolor de cabeza que tengo hace 4 años pueda tener algo que ver con..." no alcancé a terminar la pregunta cuando la doctora me agarró la mandíbula y me dijo "sí, bruxismo".

Me hice una placa de relajación y mis problemas terminaron... hasta ahora. La placa está cediendo y mi bruxismo es cada día más intenso. ¿Por qué? Porque poner un artefacto intermedio entre los dientes impide que te los rompas y que te duela la cabeza, pero no impide que desates tu fuerza mandibular noche tras noche y en cierto momento rompas la placa.

No me he enfocado en tratar mi bruxismo, cuya manifestación es, claramente, un desequilibrio emocional. No se me cruzaron los cables, no anda pasando nada con la fisiología de mi cara, es algo interno. Es algo en lo que debo indagar para descubrir por qué mierda presiono tanto los dientes que me parto las muelas en dos y me genero migrañas permanentes.

¿Ven? Y así con todo.

Lo mío es un simple bruximos que pronto erradicaré... Socialmente, en cambio, el problema es mucho mayor porque aún queremos tratar el síntoma y no la causa. Estamos en la fase en que no sabemos qué está mal. Luego llegaremos a saberlo, y si sabemos y no hacemos nada estamos peor que cuando no sabíamos, pero por ahora la ignorancia de la necesidad de una vida más equilibrada es el mayor problema.

Y no parece tener solución en el corto plazo. La gente seguirá estando enferma sin saber por qué. Seguirá tomando medicamentos. Seguirá sientiendo pena por sus miserias. Seguirá pensando que si ellos y los otros están enfermos, es porque las enfermedades existen. Seguirá pesando que si el AUGE contempla ciertas coberturas a ciertas patologías, es porque son reales. Seguirá pensando que porque la tía de la abuelita y la vecina también tienen lo mismo, es por algo. Seguirá pensando que más vale pasar una mañana en el hospital que tomarse un té reflexionando en su vida y qué anda mal.

Porque a la mayoría le da mucha paja reflexionar sobre su propia vida. Y más paja aceptarse y quererse, y más paja aún reconocer que no se es feliz y arreglar eso... en vez de la presión alta.

Y mal de muchos... consuelo de tontos.

2 comentarios:

Cintia de Martin dijo...

HOA. De hecho dijo "no estresarse", increíble. A mí tb me pasaba, cada vez menos, pero sentía culpa después de enfermarme, porque sabía que era "provocado", provocado por mí, para no hacer tal o cual cosa, para no enfrentar los miedos, como lo sabía me sentía doblemente mal y atinaba. Hasta q vi la luz, jajaja, ahora cada vez toy mejor y sé que puedo llegar a estar en mi óptimo.
Con fe

Luisa Ballentine dijo...

HOA, lo importante es que viste la luz y estás on your way!

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