17 de agosto de 2010

Hasta que llegó el día en que alguien patentó la super idea de coserse la boca para bajar de peso

Un estado de FaceBook me alertó a poner el Mega. Dejé de lado mis series preferidas para alcanzar a ver un pedazo del programa sobre la gente que busca adelgazar a toda costa.

Anorexia, bulimia, sibutramina, super masajes de drenaje linfático, herbalife... you name it. Hasta ahí íbamos normales. Es decir, la estupidez de mi sociedad querida se demostraba en su magnitud conocida... y entonces se hizo la malla adelgazante.

Básicamente te cosen un pedazo de malla médica o gasa o no sé cómo mierda se llama, a la lengua. Y entonces no puedes comer sólidos porque la lengua hace buena parte del comer, y al sólo poder ingerir líquidos, comienzas a bajar mucho de peso. Obvio.

Me parece que hemos alcanzado todo un nuevo nivel de soberana falta de inteligencia y autoestima. Éste es un tema del que ya he hablado anteriormente, pero sigue siendo relevante en los tiempos que corren, así es que valga nuevamente la discusión.

Tontos con iniciativa van a existir siempre. Aunque más que tontos, lo que son es recontra vivos los weones que se les andan ocurriendo estas estupideces gracias a que hay un mercado de otros que son igual de brillantes pero ingenuos.

Bueno. Como decía, llegó, entonces, el día en que efectivamente terminamos cosiéndonos la boca para no comer. INCONCEBIBLE. Es que realmente me parece difícil de creer. Si no fuera porque vi a la gente cómo le cosían la mallita en la lengua, diría que es imposible, que no existe gente que sea tan inescrupolosa por un lado, y tan weona por otro.

Pero es así. Y seguirá siendo así hasta que no nos metamos en la azotea que para esto de adelgazar hay sólo una fórmula: comer bien y ejercitarse. Es todo.

Y es más difícil que la chucha, obvio. Pero es así. Y quien no pueda con eso va a tener que aceptarse como es. Es decir, ¿por qué queremos ser delgados? Porque así nos han enseñado que seremos hermosos. Voy más allá: si somos gordos, somos feos. Y nadie quiere ser feo.

¿Pero quién dice eso? Los medios de comunicación. Ya lo hemos discutido. El mass media que consumimos nos ha instalado un modelo de belleza que es muy difícil de alcanzar.

Imagínense lo que significa que alguien, por ejemplo como yo, desee ser como las modelos. O SEA, no tenemos por dónde ni cómo salvo que me dedicara a la carrera de modelo, para la cual ya estoy atrasada unos 20 años.

Pero esto no es espontáneo, se da por otra realidad social que vivimos y es la imposición del concepto de super hombre y super mujer que todo lo pueden. Pueden tener el éxito en todos los sentidos, estar emparejados, tener buenos trabajos, una linda casa con jardín y además estar tonificados con blondos cabellos y oloroso perfume.

Y el problema, para mí, no es si se puede tenerlo todo o no. Es otra cosa: por qué ese "todo" tiene que ser igual para todos. Yo pienso que en la variedad está la hermosura de la vida. Por qué todos deberíamos querer estar tonificados. Bueno, porque así nos han dicho que seremos hermosos y al ser hermosos nos aceptarán y seremos felices.

Me opongo a ello. Y no solamente por mi incapacidad de adelgazar más allá de mis esfuerzos. Por eso también. Pero principalmente porque es un modo más en el que permitimos que otros dicten la manera en que tenemos que vivir.

Dejamos que los padres construyan nuestra moral, el colegio nuestra vocación y los medios el cuerpo que deberíamos lucir.

Es una soberana estupidez. Pero si, en efecto, queremos ese canon físico en nuestra vida, debemos obtenerlo bien en orden a respetar ese cuerpo que estamos llevando a ese estado. Por eso lo de comer bien y ejercitarse.

Y es algo que nos cuesta porque quizás no todos estamos hechos para alcanzar ese objetivo. Y mientras no nos demos cuenta seguiremos luchando contra lo que somos, sufriendo por no poder resistir esa pedazo de torta y anhelando un estado físico que quizás nunca llegue y sólo genera frustración.

Cuando el momento llega y uno se motiva y decide con convicción adelgazar sanamente, es lo mejor que puede pasar. Pero mientras no recibamos ese chispazo, será mejor que nos aceptemos, porque de otro modo vamos a terminar colapsados antes de lo que pensamos y no lograremos ni lo uno ni lo otro. Ojo que esto lo digo para la gran mayoría de los que tenemos sobrepeso, pero no estamos obesos. Eso es materia de otro post. Hablo del gordito chileno tipo.

Recuerden: la solución nunca será coserse la boca. Corrijo: la solución nunca será coserse ABSOLUTAMENTE NADA. TENGAMOS AUTOESTIMA. Formemos buenos hábitos. Y aceptemos de una vez que hay algunos que somos más carnosos que otros. Punto. No es tan malo.

Aunque nos cueste.

No hay comentarios.:

Relacionados

Blog Widget by LinkWithin