23 de mayo de 2011

Eso no más les digo

Al final les dejaré fotos de mis últimas aventuras culinarias que incluyen el mejor y más rico brownie EVER, una cosa tan sabrosa que se pueden llegar a morir de diabetes si lo prueban. Juro que es verdad, no es porque lo haya hecho yo. Le pueden preguntar a los 5 afortunados que tuvieron la suerte de comerlo y les dirán que su sabor era celestial. Imagínenlo tibiecito con el chocolate chorreando... NOOOO, OTRA COSA.

Pero bueno, lo que nos convoca hoy es algo un poco distinto. A propósito del rumor totalmente infundado de que se había muerto Daddy Yankee en un accidente de avión y que circuló impunemente entre las mentes de la gente más weona ever: la que tiene twitter, menos yo y mis amigos, obvio; surgió nuevamente el temita aquél que tanto nos gusta: LA TOLERANCIA.

La gente decía cosas como "qué buena noticia" y otras en el mismo tenor. Y yo me preguntaba: de verdad, ¿tanto les afecta en su vida que exista Daddy Yankee (o Don Omar que lo dieron por muerto el domingo... yiiiia) o Justin Bieber que parece que lo dieron por muerto la otra vez (no sé mucho de él) o Lady Gaga, o whatever; que les desean la muerte y se ponen muy felices si desaparecen de la faz de la tierra?

ES INSÓLITO. En ese caso cabe pensar qué vidas de mierda tienen que la muerte de personas del mundo del espectáculo pueden tener algún efecto en la existencia personal de cada uno. CONSIDERANDO QUE NO LOS CONOCEN PARA NADA.

Mucha Patagonia sin represas, mucho Zapatero ándate para siempre, pero lo que nos está matando día a día es el creer que todos tenemos que ser iguales y que nuestro entorno debe estar compuesto por esas cosas que nos gustan; sin dejar lugar a la diferencia y espacio para aquello que no nos gusta, pero que a alguien le gusta.

Hablo de las cosas simples, del día a día.

Personas que no son capaces de tolerar un estilo de música diferente, son el tipo de personas que se creen con el derecho de decidir cómo debe ser la familia ideal y negar cualquier tipo de convivencia que sea distinta. Ni siquiera me refiero a la homosexualidad, hablo de la familia monoparental que es la que prevalece en Chile.

Para personas así, es inconcebible que una nana, madre soltera, pueda formar parte de esta sociedad y constituir una familia con sus hijos. Porque no hay un padre. Esto es algo muy grave, de verdad. Dos de mis mejores amigas del universo son hijas de nanas solteras, y créanme que tienen sus valores mucho mejor puestos que la mayoría de los que tienen sus papitos y sus mamitas jugando a la casita.

Voy a decirlo de nuevo: esto es muy grave. Y lo es. Es muy grave que cualquier persona sienta que aquello que le parece bueno, mejor, correcto, etc; tiene que ser lo que rija la vida de los demás. Y cuando dejamos que esto suceda en lo pequeño: la música que nos gusta, el color de pelo que llevamos, las amistades que elegimos; terminamos en un país que discrimina, que segrega, que ridiculiza a quienes son diferentes.

No veo absolutamente ninguna diferencia entre quienes le desean la muerte a un cantante y quienes se oponen al matrimonio homosexual. Es el mismo germen el que está detrás de todo esto.

Y es una mierda.

Coman pan amasado, eso no más les digo.



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