El otro día andaba reporteando el tema de la erradicación de los pintores de la Plaza de Armas y el cierre del Teatro del Puente. Llegué hasta la Municipalidad de Santiago, obviamente, y comencé a buscar posibles fuentes.
Alcaíno no estaba ni por si acaso, así es que llegué hasta la oficina de José Joaquín Valenzuela, director de la Dirección de Cultura del municipio. Soy bla bla bla, vengo por el tema de los pintores bla bla bla… ¿Tú eres periodista?... Estudiante… Ah, resulta que el señor José Joaquín no habla con estudiantes… Ya, ¿y si yo viniera de prensa sí?… Habría que ver, pero con estudiantes no habla.
Me discriminaron. Tal como leen; me discriminaron por ser estudiante. Fui al área de prensa en donde una “colega” comenzó a imprimirme comunicados en los cuales Alcaíno y Valenzuela habían hablado de estos temas. Le dije que no gastara sus hojas, porque de todos modos no iba a escribir nada de lo que allí saliera.
Bajé (todo esto era en los pisos de arriba) y fui a hablar con los concejales. Casi todos llegaban en la tarde porque había consejo, pero de todos modos conseguí hablar con uno sobre ése y muchos otros temas (pasa que el foco de mi trabajo no eran esos conflictos precisamente, sino que formaban parte de una nota mucho más amplia).
Llegué a mi casa indignada por lo que me dijeron en la Dirección de Cultura, porque resulta que cualquier persona tiene derecho (y legal) a investigar y buscar información, sólo que se delega en el periodismo. Lo que quiero decir es que, incluso si yo fuera estudiante de agronomía y voy a hablar con el señor José Joaquín Valenzuela, me tiene que atender. Puede que no esté, es cierto, pero no se me puede marginar de la participación de un acontecimiento informativo porque no me he titulado.
Ya es tiempo de que cortemos el jueguito del secretismo y hagamos las cosas más transparentes. Es tiempo de que se me respondan las preguntas que yo quiero que se me respondan, y no que me entreguen hojas en donde se reproducen dichos que no me fueron vertidos a mí.
Es tiempo de que la información llegue a donde tiene que llegar, con los cuestionamientos necesarios, y que se pongan de manifiesto las inconsecuencias de cualquier poder de turno. Incluso ante un estudiante.
3 comentarios:
yo te leo!
Definitivamente: la puta madre que lo parió. La puta madre que lo parió.
Como siempre Lolis poniendo las cosas en perspectiva, no lo había pensado de esa forma y ohhh q tienes razón!!
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