30 de septiembre de 2006

No quiero tener pene

No quiero tener pene. O mejor dicho, no quiero alargar mi pene inexistente.

Señora, señor, no se escandalice. ¿Acaso nunca ha recibido estas propuestas en su mail de hotmail?

Tampoco quiero viagra (al menos no por ahora). Ni quiero conocer a Janice, la bomba sexual de la red, o a Brad.

Quizás sí. Pero no, no. Qué estoy diciendo. No nos vayamos del tema.

Estamos llenos de publicidad innecesaria y de ofrecimientos de productos o servicios que espontánemante no compraríamos. Pero como a veces llegan a la puerta de la casa ¡Tate!

Y eso está mal (y eso está mal y eso está maaaaal, y eso está mal y eso está mal), porque uno pierde la libertad de consumir aquello que desea consumir, y muchas veces cae en crisis financiera.

Cuántas veces no he llegado llena de mierditas artesanales que no usaré jamás. Como pulseras para el tobillo (SI YO SÓLO ANDO CON ZAPATILLAS) o poleras que no me entran. ¿Y todo por qué? Por una buena oferta hecha a un mal consumidor.

Las tiendas lo saben. Los supermercados lo saben. Uno va al líder y entra por el lado de los eléctricos... ¿por qué? Porque uno se tienta con cosas como un secador de pelo (UNA QUE NO TIENE TIEMPO PARA SECARSE EL PELO), una sanguchera (UNA QUE NO COMPRA PAN DE MOLDE), un alisador de pelo (UNA QUE YA TIENE DOS), y así hasta el infinito.

He pensado en el modo de solucionar esto que no es una compulsión, sino simplemente una aweonadez, pero es difícil.

Hoy compré un encrespador de pestañas a pila. No, no es que vuele y se pose en mis pestañas mientras yo veo tele... sino que se calienta su "goma de silicona" (nada personal con Marlén, eh, nada) y se supone que eso "protegerá" mis pestañitas. Me costó apenas $990 (tampoco tan limítrofe, sólo un poco aweoná), pero realmente es estúpido. Si bien iba justamente a comprar un encrespador, no pensé que terminaría trayéndome esa cosa rara que se demora un montón en lograr el rizo.

DIOS.

Y por todo lo anterior que he dicho, tengo miedo. Llevo 7 años resistiéndome a alargar mi pene inexistente. Pero no sé si podré seguir en esta batalla. Quizás algún día también sucumba a eso. Y ya no quiera ver a Brad, sino a Janice.

No quiero perder mi identidad.

¡¡¡NO QUIERO TENER PENEEEE!!!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

PRIMERA!...AH, NO, ESO LO HACEN EN LOS FOTOLOGS IMBÉCILES...
ME MATASTE, TA WEEEEEEEEENO, YO OPINO QUE ESTO ES CULPA DE BUSH Y POR QUÉ NO? DEL PAPA

Tomás dijo...

Guacamole.

A mi mamá también le llegan millones de ofrecimientos genitales. A mí, por alguna razón, no.

No sé si sea culpa de Bush, pero el Papa y los alargamientos de pene me hacen algo de sentido.

patricio mujica dijo...

Pero Luisi, ¿por qué no va a querer una sanguchera si usté escucha tanta música?

(jajajajajajaja)

Besotes.

Musique* dijo...

jajjajaajjaa

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