Otra vez el viejo misterio del futuro y las preguntas.
¿Qué pasará cuando esta etapa termine?
Quizás ése sea el problema: veo esta parte de mi vida como una etapa que debe dar paso a otra, no como un estado.
Yo no quiero trabajar en esto que estoy trabajando ahora. No quiero tener jefes, no quiero tener horarios. Quiero ser libre.
Yo nací para libertad y cada etapa, marcada esencialmente por el estudio, ha sido como un juego en donde cada vez estoy más cerca de lo que realmente quiero.
Ayer quería ser periodista grosa. La mejor. La más capa. La más pulenta. La más viajada. La que habla muchos idiomas.
Era una fantasía. Era como cuando quería ser doctora genio, cantante, bailarina y actriz. Fantasía. Y yo lo sabía, y sufría porque nunca iba a poder ser lo que veía de mí.
Pero hoy me vi libre. Caminando por calles de un país como Rumania, trabajando en bares y haciendo clases de español. Escribiendo muchos libros, editando para Visceralia. Dando clases de danza.
Esa vida tan simple y tan imbécil es la que yo quiero. Quiero poder mandarme cambiar cuando la situación lo amerite. Enamorarme de un rubio latinoamericano y vivir en su país mientras dure. Después irme y no regresar.
Yo quiero eso, sinceramente. No tener un hogar, sino tener un itinerario, un plan de vuelo, o ni siquiera un plan de vuelo, simplemente un plan en donde lo único seguro es que hay que trasladarse por el mundo.
Yo quiero ir a Rusia y aprender 25 palabras, sacarme 120 fotos en el Palacio de los Copitos. Y quiero escribir en este blog que trabajo en un bar de Finlandia y que me miran feo porque soy muy negrita, pero que no me importa. Que besé a un chico en una discoteca. Que me gusta. Que me quedan tres días en Helsinki y que ya me voy a otro lado.
Quiero pasar unos meses en París y escribir poemas sobre Baudelaire, aunque soy sana y bendita. Llamar de vez en cuando por teléfono “hola, mamá, estoy rebien, soy refeliz, acá es todo relindo” sacando ese don argentino que un día me dieron.
Quién sabe si regresar alguna vez, más linda y delgada, con el pelo diferente y cruzarme a alguien que es MI alguien y detenerme.
O no regresar.
Pero siempre de vacaciones a Chile, dando explicaciones de por qué boté mi futuro en CNN.
Y es que, gente, a mí no me gusta hacer televisión. Me gusta la radio, pero ya sabemos que a los que les gusta la radio les gusta hablar en la radio, no las bambalinas.
No me gusta escribir reportajes, me gusta la poesía. Me gusta mi colectivo.
Yo como que no soy de esto. Había que elegir algo que me diera un sustento para cuando vinieran tiempos de flaqueza. Pero mi brillo está opacado entre las formalidades y yo no puedo despegar y volar mientras no culmine esta etapa.
¿Y después qué vendrá?
La migración es compleja. Hay tantas cosas acá que me retienen, pero yo no me siento retenida por ellas, al menos no por todas.
Espero que cuando llegue el momento no haya anclas que afirmen mis pies
¿Qué pasará cuando esta etapa termine?
Quizás ése sea el problema: veo esta parte de mi vida como una etapa que debe dar paso a otra, no como un estado.
Yo no quiero trabajar en esto que estoy trabajando ahora. No quiero tener jefes, no quiero tener horarios. Quiero ser libre.
Yo nací para libertad y cada etapa, marcada esencialmente por el estudio, ha sido como un juego en donde cada vez estoy más cerca de lo que realmente quiero.
Ayer quería ser periodista grosa. La mejor. La más capa. La más pulenta. La más viajada. La que habla muchos idiomas.
Era una fantasía. Era como cuando quería ser doctora genio, cantante, bailarina y actriz. Fantasía. Y yo lo sabía, y sufría porque nunca iba a poder ser lo que veía de mí.
Pero hoy me vi libre. Caminando por calles de un país como Rumania, trabajando en bares y haciendo clases de español. Escribiendo muchos libros, editando para Visceralia. Dando clases de danza.
Esa vida tan simple y tan imbécil es la que yo quiero. Quiero poder mandarme cambiar cuando la situación lo amerite. Enamorarme de un rubio latinoamericano y vivir en su país mientras dure. Después irme y no regresar.
Yo quiero eso, sinceramente. No tener un hogar, sino tener un itinerario, un plan de vuelo, o ni siquiera un plan de vuelo, simplemente un plan en donde lo único seguro es que hay que trasladarse por el mundo.
Yo quiero ir a Rusia y aprender 25 palabras, sacarme 120 fotos en el Palacio de los Copitos. Y quiero escribir en este blog que trabajo en un bar de Finlandia y que me miran feo porque soy muy negrita, pero que no me importa. Que besé a un chico en una discoteca. Que me gusta. Que me quedan tres días en Helsinki y que ya me voy a otro lado.
Quiero pasar unos meses en París y escribir poemas sobre Baudelaire, aunque soy sana y bendita. Llamar de vez en cuando por teléfono “hola, mamá, estoy rebien, soy refeliz, acá es todo relindo” sacando ese don argentino que un día me dieron.
Quién sabe si regresar alguna vez, más linda y delgada, con el pelo diferente y cruzarme a alguien que es MI alguien y detenerme.
O no regresar.
Pero siempre de vacaciones a Chile, dando explicaciones de por qué boté mi futuro en CNN.
Y es que, gente, a mí no me gusta hacer televisión. Me gusta la radio, pero ya sabemos que a los que les gusta la radio les gusta hablar en la radio, no las bambalinas.
No me gusta escribir reportajes, me gusta la poesía. Me gusta mi colectivo.
Yo como que no soy de esto. Había que elegir algo que me diera un sustento para cuando vinieran tiempos de flaqueza. Pero mi brillo está opacado entre las formalidades y yo no puedo despegar y volar mientras no culmine esta etapa.
¿Y después qué vendrá?
La migración es compleja. Hay tantas cosas acá que me retienen, pero yo no me siento retenida por ellas, al menos no por todas.
Espero que cuando llegue el momento no haya anclas que afirmen mis pies
4 comentarios:
Luisa... procure no estar muy ocupada para cuando le llegue una buena oportunidad...
cariños
Luisa
Hay que puro largarse. Yo le sigo el espíritu, todo lo que hago lo hago para irme.
Cuidese mija
chau
no es pa na mediocre tu proyecto desproyecto... uno siempr tiene q hacer too lo posible pa estar feliz
Si sueñas con Nueva York y con Europa
te quejas de nuestra gente y de su ropa
vives amando el cine arte del NORMANDI
Si eres ARTISTA y los indios no te entienden
si tu VANGUARDIA aqui no se vende
si crees ser occidental de segunda mano
¿¿¿POR QUE NO TE VAS???
¿Por qué no se van?
...no se van del país???
¿Por qué no se van?
...no se van del país???
Si viajas todos los años a ITALIA(ESPAÑA O FRANCIA)
si la cultura es tan rica en Alemania
¿Por qué el proximo año no te quedas allá?
Si aqui No tienes los medios que reclamas
si aqui tu GENIO y TALENTO no da fama
si tu apellido no es GONZALEZ ni TAPIA SINO BALLENTINE (SCOTIANS)PERO MOROCHITA
¿¿¿Por qué no te vas???
**QUEDESE
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