11 de agosto de 2008

Irreversible

Sobre cocinarse: dícese del acto de perderlas todas con alguna persona.

Hay gente que se cocina, ¿cierto? Nos hacen alguna canallada, alguna chuecura y uno dice "se cocinó ésta o ésta". Y a mí me parece bien. Creo que uno debe sentar el precedente o al menos expresar hacia afuera esa cosa interna que nos dice que tal o cual acción es digna de ser repudiada y de pasar a su ejecutor a la categoría de "se cocinaron un día...".

Yo tengo mi lista de cocinados. Pero como soy una persona temperamental, la lista fluctúa. Algunos entran, otros salen. Algunos se quedan permanentemente, pero mantengo contacto con ellos por cosas relativas al trabajo, el teatro y las demás actividades del día a día.

Otros no. Otros se cocinaron para siempre y los mandé a cagar.

Razones para cocinarse sobran. Desde las graves relativas a Traiciones con T mayúscula, a las pedestres y simples relativas a la ingratitud, por ejemplo. No sé... a esa lejanía constante de algunos que se piensan que las relaciones son automáticas, que no hay que "regar la plantita" y no po. La plantita hay que regarla, ¿cierto?

Esto de la amistad es un camino de doble vía, va y viene. Uno da y recibe, no es un switch que se prende o se apaga cada tres meses. No, es permanente. La plantita se debe regar con cierta regularidad y cercanía; no eventualmente si las condiciones están dadas y me siento de buen ánimo. No funciona así.

Yo al principio apelo al weveo en serio "andai perdío oh", "no saludai", "no aparecí"; después paso al directo enfrentamiento "no puede ser que no riegues la plantita de la amistad" (un paso que puede durar bastante) hasta que llega el día en que digo basta.

Se acaba la interacción, el interés. Y eso es bueno. Y así quedan sólo los verdaderos po, los real ones.

Y tarde o temprano los cocinados se dan por aludidos y te preguntan "qué te pasa, por qué andai perdía"... ÚLTIMOS LOS ROTO'E MIERDA. Sospechan porque no los llamas, no los saludas, les dices que no a las cosas que te invitan, pero siempre en buen ánimo, porque ya están cocinados, ya murieron para ti, entonces mantienes un cierto nivel de cordialidad como el que tendrías con cualquier persona que no es un amigo, sino sólo un conocido.

Que por qué no pueden ver tu perfil en FaceBook, que por qué no los agregaste (y uno miente "sí te agregué, pero no sé qué onda esta weá", jajajaja), que por qué esto y lo otro. Hasta que un día se pegan el alcachofazo de que se cocinaron po. Y ya no es reversible a esas alturas. Quizás lo hubiera sido antes, pero no a estas alturas.

Y yo creo que eso está bien.

3 comentarios:

Martín dijo...

Yo creo que no siempre tenes esta parsimonia para cocinar gente no? A veces agitás la sartén y no precisamente a fuego lento. Pero, en findes, ya hemos hablado de estos asuntos, y me parece más que bien. La platita de la amistad, lindo...

Cintia de Martin dijo...

Es rico cocinar gente, pero a veces ni se inmutan, será q les da igual, no entienden el concepto, gente CACA

Marulista dijo...

terrible picota!!!

Yo me cocinaría a un par de cabros con cebollita y ajo pa después hacerlos chupete.

Pero las otras formas de canibalismo son muy agresor.

Oiga, me debe una reunión. Aunque...

apenas puedo andar, la guagua está casi lista!!!

Relacionados

Blog Widget by LinkWithin