27 de septiembre de 2008

Somos muchos

No somos pocos. Es más, somos caleta. ¿Quiénes? Los que les tenemos pánico, pavor, fobia y miedo parido a las polillas.

El panorama para el 2008 se ve negro. Al parecer se nos vendrá la plaga porque el 2007 fue super tranqui. No recuerdo muchos episodios de enfrentamientos graves entre ellas y yo, a morir o matar, a vencer o dormir en cualquier otro lado donde no estén, a exterminar o acostarse con la luz prendida.

Éste es el tercer día desde que nos ronda una en la pieza-oficina. El problema es que acá hay segundo piso por lo tanto los "techos" con bajos. El techo del primer piso es bajo y el del segundo también, por lo tanto cuando vuelan cerca de la luz, están casi por rozarte la cabeza. MAL.

Hoy tuve un encuentro con la maldita y es ENORME, lo juro por el mismísimo diosísimo. Es la polilla más grande que he visto en mi vida, tiene el doble de tamaño que suelen tener las que logran colarse hasta las habitaciones.

Buscando en la web alguna solución definitiva, algo de que de verdad impida que accedan a mi pieza, di con este sitio: http://www.ihatebutterflies.com/ en el que postea mucha gente que padece de esta condición clínica. Todos comparten sus historias TÉTRICAS que incluyen desde paseos de colegio a los famosos "santuarios de las mariposas" hasta los matrimonios que actualmente optan por reemplazar el arroz con una horrenda idea como es lanzar mariposas al aire.

La mayoría sale rajando mal hacia donde pueda. Yo me cuento entre ellos, si estuviera en una situación de ese tipo me voy a la mierda. Es más, comparto 100% otra opinión que da un tipo al asumir que si sabe que en un matrimonio se optó por esta idea, simplemente no va. Aunque sea del mejor amigo. AMÉN. Mi postura es exactamente ésa. No hay otra solución.

También compartimos, con estos nuevos compañeros de vida virtuales, la rabia que nos dan los argumentos de la gente respecto de por qué no tendríamos que tener fobia a las polillas: que no hacen nada, que son inofensivas, que no muerden, que peor sería una serpiente. Ok. Por algo es una fobia, ¿no? Hay que respetar. Cada cual tiene la fobia que la siquis le manda. A mí me tocó ésta y estoy a punto de tomar medidas serias que contemplan hipnosis porque AMO EL VERANO con todo mi corazón, pero sufro día tras día con la posibilidad de que en cualquier momento de la noche escucharé el repiqueteo de sus cuerpos contra el techo.

Me parece escalofriante. Realmente es un problema que me está afectando en mala onda y deberé solucionarlo.

Acá dejo un cuento que me escribió un amigo basado en esta fobia: El extraño caso de las polillas.

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