Te escribo a ti, 2008 hermoso y furioso porque me diste a más no poder puras cosas buenas.
2008, el año de las cosas extrañas, de los reencuentros, de los olvidos, de los festivales, de un par de guerras, de los pasteles, de la economía, de los amigos, de la playa, del sur de Chile, de la vida floreciendo a cada instante ante mis ojos. De la necesidad de sentir la existencia en los poros.
2008, me lo diste todo y más. Me diste alegría de fuegos artificiales, me diste la hermosa playa de Viña, la visita de mis amigos, las exposiciones, los libros, me diste el festival de teatro, me diste una empresa firme y sólida que cada día será más grande y próspera. Me diste mi oficina, cómo olvidar ese viejo sueño, me diste 2 gatitas nuevas, me diste un susto al comienzo del año, pero luego me dejaste en claro que nuestro gran proyecto estaba destinado a convertirse en realidad como todos los sueños que conservo desde que era así... así. Tras 12 años verá la luz mi gran sueño, nunca más propicio que ahora, nunca tan preparada yo para asumirlo.
Me diste citas, no podemos olvidarlo. Me diste una ilusión, me diste un pensamiento alegre en una micro una noche de verano en la que lo supe: sí se podía, sí se puede, siempre se pudo y se podrá. Me diste la ansiedad del otro y sucumbí un poco. Ahora también supe aquello: aún no quiero, pero querré.
Me diste mi primera licitación, mi placa de relajación dental gracias a la cual olvidé lo que es un dolor de cabeza. Me diste trabajo, me diste mucho trabajo, y yo cumplí como una guerrera que soy.
Me diste la posibilidad de echar un vistazo en un hueco que había en mí. Lo que vi no fue bueno, te lo digo 2008, lo que vi fue un poco triste, un poco negro, pero al mismo tiempo significó el término definitivo del pensamiento que ronda las posibilidades que nunca fueron. Y qué bueno que no fueron, tú me lo mostraste. Una vida llena de luz no puede estar eclipsada por la inercia de un otro. Me hiciste entender: una luz que refulge de ese modo no está hecha para ser apreciada en la oscuridad porque hace estallar los ojos y ciega incluso a los que más dicen amar.
Me hiciste viajar a la ciudad que tanto me gusta y pasarlo increíble. Me hiciste retomar mis clases, mi cercanía con aquellos que la sociedad cree que necesitan algo, pero que en realidad son los que la tienen clara. Me hiciste escribir. ¡Pero me salió feo! Y ya sé por qué. Pero vamos por parte.
Me diste un septiembre iluminado, brillante, prendido de un sol maravilloso. Me diste más citas. Me diste fe. Me diste una salida financiera, gracias. Ahora el 2009 me dará recursos de sobra.
Me diste las señales, el sabio, las frases... de pronto una escapada al sur rompiendo todos los esquemas. Me diste una revelación frente al lago. Una decisión clara.
Me dijiste "esto existe, Luisa" y yo lo vi. Vi a los que lo han logrado y noté las semejanzas que nos unen. Yo seré uno de ellos.
Y como si todo esto fuera poco, antes de irte me ratificaste absolutamente todo en lo que creo, me susurraste una madrugada a las 5 de la mañana clavadas "tu vida era esto y más" y de allí en más no me queda otra alternativa que honrarte.
No podría ser de otro modo, 2008. Te considero un padre. Por ello el 2009 es mi hijo, yo soy su madre, yo pongo las reglas, yo hago y deshago, yo soy la magia del 2009. Gracias por todo 2008, nunca nunca te olvidaré. Espero que siempre tu energía me acompañe y que nunca me permitas dejar atrás todo lo que me diste.
Hasta siempre.
2008, el año de las cosas extrañas, de los reencuentros, de los olvidos, de los festivales, de un par de guerras, de los pasteles, de la economía, de los amigos, de la playa, del sur de Chile, de la vida floreciendo a cada instante ante mis ojos. De la necesidad de sentir la existencia en los poros.
2008, me lo diste todo y más. Me diste alegría de fuegos artificiales, me diste la hermosa playa de Viña, la visita de mis amigos, las exposiciones, los libros, me diste el festival de teatro, me diste una empresa firme y sólida que cada día será más grande y próspera. Me diste mi oficina, cómo olvidar ese viejo sueño, me diste 2 gatitas nuevas, me diste un susto al comienzo del año, pero luego me dejaste en claro que nuestro gran proyecto estaba destinado a convertirse en realidad como todos los sueños que conservo desde que era así... así. Tras 12 años verá la luz mi gran sueño, nunca más propicio que ahora, nunca tan preparada yo para asumirlo.
Me diste citas, no podemos olvidarlo. Me diste una ilusión, me diste un pensamiento alegre en una micro una noche de verano en la que lo supe: sí se podía, sí se puede, siempre se pudo y se podrá. Me diste la ansiedad del otro y sucumbí un poco. Ahora también supe aquello: aún no quiero, pero querré.
Me diste mi primera licitación, mi placa de relajación dental gracias a la cual olvidé lo que es un dolor de cabeza. Me diste trabajo, me diste mucho trabajo, y yo cumplí como una guerrera que soy.
Me diste la posibilidad de echar un vistazo en un hueco que había en mí. Lo que vi no fue bueno, te lo digo 2008, lo que vi fue un poco triste, un poco negro, pero al mismo tiempo significó el término definitivo del pensamiento que ronda las posibilidades que nunca fueron. Y qué bueno que no fueron, tú me lo mostraste. Una vida llena de luz no puede estar eclipsada por la inercia de un otro. Me hiciste entender: una luz que refulge de ese modo no está hecha para ser apreciada en la oscuridad porque hace estallar los ojos y ciega incluso a los que más dicen amar.
Me hiciste viajar a la ciudad que tanto me gusta y pasarlo increíble. Me hiciste retomar mis clases, mi cercanía con aquellos que la sociedad cree que necesitan algo, pero que en realidad son los que la tienen clara. Me hiciste escribir. ¡Pero me salió feo! Y ya sé por qué. Pero vamos por parte.
Me diste un septiembre iluminado, brillante, prendido de un sol maravilloso. Me diste más citas. Me diste fe. Me diste una salida financiera, gracias. Ahora el 2009 me dará recursos de sobra.
Me diste las señales, el sabio, las frases... de pronto una escapada al sur rompiendo todos los esquemas. Me diste una revelación frente al lago. Una decisión clara.
Me dijiste "esto existe, Luisa" y yo lo vi. Vi a los que lo han logrado y noté las semejanzas que nos unen. Yo seré uno de ellos.
Y como si todo esto fuera poco, antes de irte me ratificaste absolutamente todo en lo que creo, me susurraste una madrugada a las 5 de la mañana clavadas "tu vida era esto y más" y de allí en más no me queda otra alternativa que honrarte.
No podría ser de otro modo, 2008. Te considero un padre. Por ello el 2009 es mi hijo, yo soy su madre, yo pongo las reglas, yo hago y deshago, yo soy la magia del 2009. Gracias por todo 2008, nunca nunca te olvidaré. Espero que siempre tu energía me acompañe y que nunca me permitas dejar atrás todo lo que me diste.
Hasta siempre.
2 comentarios:
Linda
estás más linda que antes
empiezas un año que será más tuyo que nunca porque como dices tú sabrás cómo encausarlo.
Sé que ni nos heos visto, pero aún así = estamos unidas jajaja recuerda que "parecemos hermanas" auqnue ahora dudo eso, aunque nunca falta el loco que nos encuentra parecidas :-s
espero que te lo bailes todo esta noche
gracias por tu blog, siempre te leo, es uno de los pocos que no ha desaparecido por feisbuk
Suerte!
por fin ,por fin este blog se puede leer sin problemas para un pc normal,gracias gracias a dios ,ves que lo iba leer tenia poco menos que reiniciar el pc del ciber .
salud
LH.
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