1 de septiembre de 2009

Comenzó mi taller de emprendimiento

En realidad hoy quería hablar de esto. LUN le trajo un poco de fama a mi día, pero este martes se destacó por otro importante acontecimiento: el comienzo de mi taller de emprendimiento.

La idea de este taller surgió hace varios meses en la Fundación Súmate del Hogar de Cristo, donde doy clases de expresión oral y escrita (y cuyo nuevo trimestre empezó ayer), con el objeto de entregar herramientas para el emprendimiento a los estudiantes y que ampliaran sus horizontes. En la vida no sólo se es empleado... también se puede ser jefe.

Por esas cosas de la naturaleza misma, resultó ser que a la Fundación Cefocal (también del Hogar), le tincaba más este taller que a Súmate. Cefocal atiende a jóvenes entre 18 y 29 años y los forma gratuitamente en oficios (peluquería, gastronomía, secretariado, etc) con el objeto de que mejoren su empleabilidad. Su nivel de vulnerabilidad es mucho más alto que en Súmate, su nivel de ingresos es muy bajo, la escolaridad es menor y sus competencias computacionales también.

Yo planteé este taller para los chicos de entre 18 y 21 años de Súmate, que estudian formalmente, que dentro de todo tienen una situación estable. Pero en Cefocal querían más esta iniciativa y como adonde me llamen voy, partí para allá.

Lo primero que me golpeó del cambio fue que esto queda en Maipú. Como yo soy hincha número uno y fiel vecina del centro, me significa un desplazamiento más o menos importante, pero tampoco tan terrible. No me puedo ir a pie, obviamente. Pero si allá es donde me necesitan más, de allá soy.

Programáticamente, el taller sufrió varias modificaciones. Pasó de durar dos horas a una hora y algunos contenidos como emprendimiento web quedaron fuera, porque ahora tengo otro grupo objetivo.

En términos de horarios, como hay dos jornadas, debo hacer el taller dos veces, uno para los de la tarde y otro para los de la mañana, así es que me toca doble pega. SUPER TUESDAY.

La semana pasada asistí a Cefocal a promocionar nuestra primera sesión. Muchos se inscribieron, pero como siempre, esperaba que llegaran pocos.

Para sorpresa mía, tuve super buen rating. El ideal del taller es trabajar con 10 personas para que sea más focalizado, pero tuve 12 en la mañana y 25 en la tarde, superando todas mis expectativas de que quizás sólo llegeran 2 o 3... porque uno nunca sabe si aquello que tanto lo entusiasma, entusiasma a las demás personas.

En primera fila estuvo Carmen, la directora de la Fundación, que compartió con nosotros esta sesión inaugural. Su trabajo es admirable, así como su disposición y alegría para poder armar este lindo proyecto que a muchos entusiasmó. La mayoría salió con muchas ganas de regresar el próximo martes con la tarea que les di para comenzar de lleno a pensar en negocios y estrategias. Qué rico que me llamaron de Cefocal, me preocupó este nuevo desafío más complejo, pero finalmente uno siempre está donde debe estar y me encantó integrarme a este proyecto educativo y aportar lo poquito que sé en esta materia.

Me motivó bastante ver las cabezas de todos moviéndose afirmativamente cuando les planteaba las posibilidades que nos abre el emprendimiento, así como saber que muchos ya echaron a andar su imaginación para crear empresa.

Espero que esta historia que hoy comenzó termine exitosamente en 8 semanas más y podamos seguir replicando el taller en otros lugares donde lo necesiten y para nuevas generaciones de Cefocal. Espero que al menos uno de mis alumnos logre emprender en algún momento. Ése es mi pago. Y sé que así será porque vi muchas caritas luchadoras que quieren comerse el mundo y sólo necesitan canalizar su energía e informarse.

Nos va a ir bien. Éste no es un país de emprendimiento por mucho que se quiera. Se emprende poco, hay poca ayuda, es incluso mal visto por los que se refugian en la "seguridad" de ser empleado. Pero no importa. Este día hubo 37 personas mentalizadas en una misma meta de surgimiento y superación de la pobreza. Sé que lo lograrán. Con que una lo logre, me doy por pagada.

Síganme los buenos. Los empleados empedernidos no nos sigan por favor, que nos retrasan.

4 comentarios:

patricio mujica dijo...

Bello proyecto de mi Proletina estrella. Orgullo acá por ti, y mucho =D


Besurrote!

Luisa Ballentine dijo...

:D tan pechocho mi proletín!

Martín dijo...

Vos si que la tenes clara, se me ocurrió otra idea, ahora que sos la princesa de los microemprendimientos, tengo que acudir a vos!!!

Luisa Ballentine dijo...

Estoy para ayudar, cuando quieras me ubicas en mi oficina virtual de messenger, jajaja. (Yo sigo pensando que el tour de librerías es buen negocio...)

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