1 de junio de 2010

Llorar hasta que te duela la cabeza

Sobre el cine y la TV se dicen muchas cosas. Hay "estatus", como los hay en prácticamente todo el arte. Quienes aprecian cierto tipo de obras están más cerca del heaven celestial que aquéllos que sólo tenemos ganas de cagarnos un rato de risa.

Pasa en la música, pasa en el teatro, pasa en las artes plásticas. Pasa en el cine, mucho. Pasa en la tele. Hay programas de culto y hay los intelectuales que los ven. Están también aquellos grandes éxitos de sintonía calificados como basura popular y quienes los vemos somos, por degeneración de la idea, igual de pelotudos que sus argumentos.

Podríamos hablar de los mejores programas de TV del mundo, de América Latina, de Chile. De cómo nos encanta Discovery Channel y nos hacemos rechupete el History Channel. Podríamos hablar de cómo HBO en sus martes de documentales nos vuela la cabeza o cómo Nat Geo está cada vez haciendo mejores producciones.

En Chile nos ennorgullecemos de Canal 13 cable y sus contenidos culturales.

Y yo aplaudo todo eso.

Pero un programa que me conmueva al punto de dejarme llorando a sollozos durante dos horas, se lleva el galardón máximo de la TV. Es too much. ¡Cómo te van a dejar llorando los de la tele!

Aguante Grey's Anatomy ahora y para siempre. Qué final de temporada, POR FAVOR, pensé que me iba a morir de pena.

Pero sobreviví para una nueva temporada.

2 comentarios:

Martín dijo...

Yo solamente quiero decir que en "mi viaje a buenos aires" uno se distrae un poco y aparece paulina con su gorro coya y yo suelto una carcajada!!! jaja

Luisa Ballentine dijo...

JAJAJAJAJA, es verdad. O apareces tú tapando la cámara con una mano... Ella, la que huye de los flashes, jaja.

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