Eco hipócritas

Hoy día fui a un seminario de Eco-negocios de Innovo Usach. Estaba super bien organizado, me gustó mucho la historia del emprendedor de SaviaGrapes, seco el cabro, seco como pocos he conocido... pero eché de menos un tema que para mí es super importante al tener un negocio ecológico: el factor humano.

No reclamo contra el seminario, porque lo disfruté bastante y el coffee break y el cóctel estaban MORTALES. Lo que sí reclamo es que no haya panelistas que aborden este tema en ninguna cita de esta materia a la que yo haya asistido (y que no han sido pocas).

A qué me refiero con ecología humana, a que las personas que forman parte de una organización (especialmente cuando es ecológica) deben desarrollarse en ella de una manera muy distinta a como lo hacen en un negocio convencional.

Me parece inconcebible que hablemos de negocios sustentables, de negocios "amigos del medio ambiente" y que, por ejemplo, mandemos a hacer nuestras bolsitas biodegradables a China, donde sabemos que cada chinito recibe por pago una taza de arroz a cambio de ¿8 horas de trabajo? capaz que más.

¿Soy sólo yo o coinciden conmigo?

Les soy super sincera: los eco-negocios, desde mi punto de vista, son el futuro, son rentables por donde se los mire, están de moda y lo estarán cada vez más, una excelente alternativa de inversión. Por lo mismo se está llenando de gente que quiere usar esta enfoque sólo como un slogan, como una cara externa de linda sonrisa, pero que tiene las muelas podridas. Y yo creo que el eco-cliente no les va a aguantar eso al largo plazo porque me parece que es un cliente super informado y preparado que se va a dar cuenta de cuando le están mintiendo.

Volviendo a mi tema central, creo que resulta esencial que las empresas con eco-negocios transparenten todos los procesos asociados a sus recursos humanos para que la comunidad pueda conocer cuáles son sus políticas de contratación.

Ojo, no me refiero a sueldos necesariamente, porque las pequeñas empresas nos vamos a la quiebra el día 2 si pagamos sueldos bacanes, me refiero a todo lo otro que podemos controlar: si ayudamos sectores marginados del empleo formal, si capacitamos al personal, si les damos oportunidades de crecer, si les respetamos sus horarios, si somos flexibles ante emergencias, etc. Porque no todo es plata.

Les juro que cuando pienso en empresas ecológicas que mandan a hacer sus productos a China en fábricas donde todos sabemos que los seres humanos son explotados sin misericordia, me dan ganas de llorar porque no es así como yo veo el eco-negocio.

Que las grandes empresas que explotan a todo el mundo lo hagan, me parece abominable, pero esperable... Sin embargo el que una empresa que pone su mejor cara para decirte: creemos en un medio ambiente mejor, digno, donde tus hijos puedan desarrollarse, donde las nuevas generaciones puedan cumplir sus sueños, donde podamos cambiar los efectos que hemos causado en la tierra, pero igual mandaremos a hacer nuestros productos a gente que nos cobre muy barato porque viven en un régimen de hambruna y pronto morirán, me parece lo más eco-hipócrita que he visto en mi vida.

Y estoy contenta porque Tío Caco y Café Bardo no serán así. Las personas siempre por delante. No pagaremos los mejores sueldos, pero tendremos el mejor ambiente laboral con oportunidades para crecer. Así imagino un mundo mejor, donde un garzón pueda aprender de lo que ve y tener un día su propio negocio.

Eso es para mí la ecología que vale la pena, la del ser humano.