12 de diciembre de 2010

A ti, joven que das mañana la PSU

A ti, joven, niño, niña, que mañana das la PSU, te quiero dedicar unas líneas. Y te las quiero dedicar porque sé que estás que te mueres por lo que te toca mañana. Y ahora andas reconociendo sala y pensando que en unas horas llegará el día más importante de tu vida.

No lo es.

Pero no lo sabrás hasta que pasen varios años. Y no importa que hoy te lo diga, porque no me creerás.

Joven que mañana da las PSU y que crees que el mundo se te va en los círculos que marques, quisiera que el planeta sacara brazos y te abrazara con los ojos redondos y compasivos para que supieras que el resultado no importa. De verdad.

Yo sé que crees que importa. Yo también una vez creí que importaba, pero lo cierto es que la vida es tan grosa, seca y bacán, que nunca nada tan pequeño será tan importante como para eclipsar todo lo que eres y las potencialidades que guardas en ti, tus talentos y tu esencia.

Es bonito tener algo por lo que luchar y sacrificarse. Es bonito añorar buenos resultados. Es bonito querer entrar a la universidad. Y créeme que si lo haces y sigues una carrera que de corazón amas, es de las experiencias más hermosas del mundo... pero si eso no pasa por cualquier motivo, la Tierra seguirá girando, el sol alumbrará (quizás su nuble) y nada habrá cambiado.

Porque eso es lo maravilloso del universo. No somos tan espectaculares como cambiar el curso de la historia de la humanidad. Pero nos gusta creerlo. Queremos ser importantes y vivir vidas dramáticas donde todo sea morir o matar.

Y te digo esto, joven que mañana das la PSU, porque yo soy así. Me encanta vivir una vida dramática. Lo importante es entender que no importa cuán grave sea el problema: no haber sacado el puntaje suficiente para entrar a la universidad o irse a la quiebra. Da lo mismo. En ti no cambia nada. Sentirás un poco de tristeza y decepción, pero debes darte un plazo fijo para sentirte miserable y luego a otra cosa mariposa.

Joven que mañana das la PSU y que sabes que no te preparaste lo suficiente, si mañana no lo logras, haz un pacto contigo mismo para volver a intentarlo, esta vez de verdad. Pero no te engañes, porque es imposible. Nunca podemos engañarnos.

Puedes creer que necesitas engañar a tus papás, a tus hermanos a tus amigos. Puedes creer que necesitas ser como alguien, cumplir lo que se espera que cumplas. Y por qué; ¿vale la pena?

En esta vida tan corta en que un día de marzo en la madrugada viene un terremoto grado 8,8 y nos deja a todos llorando y llamando a la mamita, ¿realmente vale la pena perder preciosos minutos, días, meses, años de la vida para llenar expectativas ajenas?

No lo vale.

Si has tomado en tus manos la misión personal y de corazón de ir a la universidad, si has estudiado, te has esforzado y te da el coco... adelante, joven que mañana das la PSU, no te deseo más que mucho éxito y felicidad enorme. Sé que celebrarás mucho cuando recibas los resultados, que tu familia estará muy contenta y orgullosa de ti y que el carrete será explosivo.

Para ti, joven que mañana das la PSU y que no estudiaste, que siempre te fue mal en el colegio, que tu promedio con suerte alcanza el 5.0 y que eres el 80% del universo que mañana cree que se juega la vida, te deseo exactamente lo mismo: éxito y felicidad enorme, pero por sobre todo sabiduría y coraje para buscar y encontrar lo que en este mundo te va a dar esa felicidad.

La universidad es un camino más, como tantos. Es bonito, es divertido, es para quienes tienen mucha paciencia también; pero hay otros tanto o más bonitos y divertidos que te llevan a tu destino.

Joven que mañana das la PSU, aunque hoy no comprendas mis palabras, quiero que sepas que este lunes es un día más, un día cualquiera, importante, pero no decisivo. Lo decisivo es si eres lo suficientemente fuerte para hacerte cargo de tu vida de la manera en que desees y tomar las riendas. Espero que así sea.

Que te vaya lo mejor posible y que la sabiduría universal te ilumine. Te mando un abrazo en nombre de todos los que un día estuvimos como tú y que hoy sabemos que nuestras vidas no se hubieran acabado si los resultados no hubieran sido los esperados. Te mando un abrazo en nombre de todos los que vamos en contra de las reglas y que vivimos de manera diferente, como queremos. Te mando un abrazo porque te lo mereces y no tienes nada que probar.

Con fe... y a la mierda!!!!!

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