24 de noviembre de 2011

Hablando de grosas

Mi obligación moral es hacer esta recomendación, a pesar de que no sé si todos puedan acceder a ella. 

Se trata de María Paz, la mejor estilista en el universo entero. Ella es profesora en el Instituto BIP, y es la más grosa ever. 

Me habían ofrecido ponerme en manos de alguno de los profes hace tiempo y finalmente pudimos coordinarlo. Fui como modelo de una de clases de perfeccionamiento de color. Estaban pasando distintos tipos de mechas. 

Ella decidió lo que me iba a hacer (mechas en un estilo que no me acuerdo el nombre y un corte en capas (que como recordarán yo traté de hacer con mucho éxito la otra vez, aunque no me quedó tan weno como ahora)). Yo sólo pedí que no me lo dejara muy corto para no tener MÁS CARA DE CHANCHO de la que ya tengo. 

Maquillaje de por medio y la fortuna de una buena toma fotográfica, dieron como resultado esto:

So divalicious, rubia en las puntas

La cosa es que María Paz no sólo es un amor, un dulce hecho persona, sino que además es la profesional más dedicada que he visto en mi vida. Ella es una apesionada del cabello, con un conocimiento inmenso sobre lo que está haciendo y está al servicio de lo que uno busca. Sabe leer muy bien qué es lo que uno quiere, aunque uno no pueda expresarlo en palabras. Y a todos los trata de usted. <3

Mi cabeza no es que haya pasado por tantas manos porque soy muy cuática con el pelo. Una vez pagué muy caro por un corte con el que decían era el mejor estilista del momento. Y la verdad es que quedé muy conforme y feliz, y desde ahí no volví a cortarme el pelo porque no quería volver a gastar tanto, pero al mismo tiempo sólo quería hacerlo con él (oe zi). 

La cosa es que esa vez aquel chiquillo me atendió como con mala onda, no sé. Quizás fueron ideas mías, pero como que no me sentí bien. Ahora fue otra cosa. María Paz le pone alma a lo que hace y le transmite eso a sus alumnos, que adopten buena postura, que sean artistas. 

Más feliz no podría estar. No sé si María Paz atiende a público, porque da clases, ojala sí. Ojalá para que ustedes vayan y sean muy felices como lo fui yo.

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