8 de diciembre de 2011

Nos quieren cagar. Nos están cagando

A propósito de esta lúcida columna en El mostrador, me pareció interesante poder compartirles algunos de mis pensamientos al respecto. 

Cuando puse en mi FaceBook que mi ideología política es "Conspiracionista", no estaba siendo graciosa. Yo pienso que todos los grupos de poder conspiran contra nosotros y hacen cosas como las que se destapan cada cierto tiempo. Soy de la idea de que estos monos se juntan en sus casas de la playa, se ponen de acuerdo en aquello que debe ser hecho para mantener su poder y riqueza, y luego ejercen sus influencias para que sea de ese modo. 

Yo sé que muchos piensan que exagero, que na que ver, me tiran la volá de Salfate (yo hace años que no veo TV abierta, así es que mucho de sus postulados no conozco), pero sé que habemos varios que no somos indiferentes ante las señales de que la corporatocracia (el gobierno de las empresas) está hace rato instalado en nuestras sociedades.

Nada es casualidad. Nada. No es casualidad, por ejemplo, la obligatoriedad de cotizar en la AFP para los que boleteamos. Eso es claramente una señal de que el sistema de AFP, que siempre fue una mierda para el usuario, no va a dar abasto a medida que haya más viejitos, lo que significa que no será tan rentable como ahora. Por eso quieren que TODOS coticemos, para así poder extender las ganancias lo más posible antes de declararse en quiebra, porque se los digo: el asunto de las AFP no tiene solución. De acá en más comienza a caer y todos los cotizantes cagaron. (No digan que no se los advertí). 

De hecho cuando se hizo el anuncio de que los boleteros tenían que cotizar, yo les dije: esta weá es una señal de que el sistema va a colapsar. Una semana después sale un artículo que decía que el gobierno estaba estudiando la posibilidad de aumentar la edad para jubilar. Llámenme como quieran, pero yo estoy leyendo estas señales muy bien, lo lamento, pero no me estoy equivocando.

El sistema estudiantil y laboral en sí mismo, que es una puta mierda que crea esclavos y no seres autorrealizados que buscan su felicidad, nos habla de que no estoy tan lejos con mi percepción conspiracionista. 

Ni qué decir el avance de la tecnología y de las telecomunicaciones. Me acuerdo cuando vi un documental que decía que en un futuro no muy lejano, se les iba a insertar microchips a la gente con su info personal y GPS para saber exactamente dónde estaban. Y que esto no iba a ser algo impuesto por los gobiernos, sino que la gente por miedo o estupidez iba a pedir que se los insertaran. 

No estamos tan lejos de eso considerando que ahora la telefonía móvil permite que todos quienes tienen un teléfono "inteligente" vayan marcando todo el tiempo dónde están y con quiénes están, y cuánto rato pasa hasta que se van a otro lugar. Todo esto bajo la idea de "acumular puntos" para no sé qué chucha. 

Y todos los aweonaos estúpidos dale con sentirse tan cool de hacerle saber a todo el universo dónde están.

Quizás hoy esta información sea inofensiva, pero estoy segura de que en el futuro los va a perjudicar. Nada es casualidad. 

No vivo bajo el impero del miedo en absoluto, pero cada día me convenzo más de que para estar tranquilo y ser feliz, hay que ejecutar una movida propia, estar en la de uno, no depender del sistema, hacer buenos negocios autosustentables, informarse en medios alternativos, desconfiar de la prensa oficial, volver al origen, tratar de sanarse, estar en paz.

Yo creo que esta realidad político-empresarial se va a poner cada vez peor. Y no quiero tener que depender de estos monos cuando todo estalle.

Lo de los pollos es una vergüenza. El pollo es parte de la dieta básica de este país. En mi casa se comía pollo porque no podíamos comprar carne. Son unos hijos de puta. Espero que la revolución del pueblo los pille confesados, porque los vamos a hacer caer. Algún día. 

Lo sé.

1 comentario:

Camila Monreal dijo...

Muy espontáneo tu artículo...te encuentro toda la razón! :) pitoniiiizaaaa! jeje saludos Luisa!

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