El flagelo del dióxido de carbono ya llegó a algunas partes

Mi limbo académico (todo esto del debate y las pruebas y yada yada (a ver si de paso alguien me explica qué diantres es yada yada)) me ha tenido alejada de algunos asuntos de actualidad de los que me he estado poniendo al tanto ahora.

Primero quiero hacer mención a un reportaje de Miguel Paz que aparece en La Nación Domingo (también pueden acceder a él desde el blog personal del periodista). Recomiendo totalmente su lectura, porque es IMPRESIONANTE lo que allí se describe. No quiero adelantarles nada a los que no hayan hecho su lectura dominical, pero a grandes rasgos Lavín está afectado por el dicho "en casa de herrero cuchillo de palo", ya que algunos de sus jefes de brigadistas (es decir, los que cuidan que los que cuidan las palomas (carteles con propaganda que se abren en forma de "A" en las plazas y otros lugares) estén en sus sitios haciendo la pega) son los famosos líderes barristas de la U (los bullangueros, sí). Los mismos que se han visto envueltos en muchos delitos que se detallan con claridad en el reportaje.

Tanta pelea contra la delincuencia para ir a encontrarnos con esto... yo lo llamaría el fraude del año.

Aprovechando este tema me quiero ir de inmediato a lo que concentra mi atención en estos momentos: la campaña antiflaite.

Vuelvo a mi postura de que no todo lo que uno piensa, cree, dice, siente, etc, etc; merece y resiste publicidad, porque no es así. Hay cosas barbáricas que todos decimos a modo de talla cuando estamos con los amigos. De hecho ayer en la casa de la Cintia, estuvimos contando chistes negros, de ésos que nos reímos, pero al mismo tiempo decimos "oooh, no puedes decir eso". Y es que el contexto de la privacidad de las personas es totalmente libre, pleno del espacio necesario para hacer y decir hasta lo inimaginable.

Un problema de la comunicación sin límites, de este fenómeno a través del cual todos se expresan y son susceptibles de ser recepcionados en cualquier parte del mundo y por un número amplio de personas; nos lleva a desechar la privacidad como existente dentro de los medios masivos. Como internet... como la radio... Por lo tanto no podemos exusarnos en el supuesto de que "sólo hacía esto para que lo vieran mis amigos".

Vamos al origen de esto. Como todos ya sabrán, existe un ambiente creado que ha congreado en el último tiempo una serie de "movimientos" antiflaites. No tengo todos los antecedentes sobre lo que compete específicamente a Radio Carolina dentro de este asunto, aunque fueron los más publicitados por la prensa en esta semana. Lo que llama mi atención es que en páginas de internet, foros, fotologs y demases similares; la cosa está bastante "regada".

Enlaces hay muchísimos, demasiados quizás. Pondré algunos pocos solamente:

Fotolog Antiflaite
Blog Antiflaite
Búsqueda antiflaite

Todo esto me parece de una ordinariez y bajeza horribles. ¿Saben lo que pasa? Pasa que comienzan unos cuantos descerebraditos por aquí por acá que después no tienen ningún empacho para lloriquear y pedir perdón.

**Agrandar imagen o visitar otra página antiflaite


Pero... estos descerebraditos, cuyo tiempo les envidio, porque hay que tenerlo de sobra para cranear tanta huevada sin despeinarse; desatan una cadena de seguidores que entre talla y talla van dejando su rastro racista-clasista-xenófobo.

A lo mejor empezó como un "juego", pero ojito, porque muchos no se lo toman como eso. Y esto es un fenómeno super requetecontra antiguo. La gente prende con las "ideas geniales" de los demás. Las "ideas geniales" suelen irse de las manos. Y así nos sobreviene lo que tenemos ahora.

A muchos les seguirá pareciendo una huevada super chistosa. "Ay, qué risa como nos burlamos de los flaites y nos escudamos en el eslogan de la lucha contra la delincuencia"; pero acá hay otras personas que se toman super en serio estas arengas y pueden desatar conflictos sociales más profundos que estaban guardados en el ámbito de la privacidad.

Leí muchos comentarios de personas que en foros decían haber recibido el logo antiflaite (pueden verlo en muchos de los enlaces disponibles), con un eslogan diferente: "Pitéate un peruano". Mañana puede ser "Pitéate un obrero, un estudiante de privada, un cuico montado en un porshe, un animador de Tv" y etc etc. No exagero cuando digo que detrás de lo risible que puede resultar, está esa cosilla de "en broma, pero en serio" tan chilena, ¿no?, y eso es algo peligroso, porque hay personas que realmente han enganchado con esta idea.

La defensa de los flaites no me corresponde. Los flaites, en mi óptica, son un movimiento socio-vestimental, como los emos, los góticos e incluso los cuicos; no me van ni me vienen.

La relación flaite=delincuente sí me interesa, porque es una visión estigmatizadora y muy relacionada con la politiquería que actualmente vivimos debido a las elecciones próximas. La delincuencia está relacionada con la pobreza muchas veces, verdadero; los pobres están relacionados con los flaites muchas veces, verdadero. Pero de ahí a saltarse esas dos relaciones y dar el paso de igualar lo uno con lo otro, hay un trecho que ha sido ignorado por puro capricho y reduccionismo oportunista.

Hay delincuencia a otros niveles también. Hay delincuencia a niveles mucho más altos. Quizás menos evidentes, quizás menos fáciles de combatir. Nos cogotean en la Alameda para robarnos una cadena (más encima falsa, cierto), pero Chilectra y Aguas Andinas nos meten la mano al bolsillo y nosotros ponemos la carita de ahuevonados sin decir nada.

Y para qué nombrar al tatita, ¿no?...

Quiero decir que justificar la discriminación hacia los flaites basándose en la lucha contra la delincuencia es una excusa super barata y rasca. Es un oportunismo que han visto unos cuantos amparados en su poca tolerancia.

No es que seamos poco tolerantes, es que somos MÁS INTOLERANTES QUE LA MIÉCHICA. Y ese rasgo tan chileno es el que se está manifestando a través de estos movimientos.

¿Me carga que a la salida del metro los escolares y otros no tan escolares me pidan plata para comprar quién sabe qué? Sí, me carga, y no les doy un peso. Me carga porque son unos flojos de mierda. Es cierto. Pero es el camino que ellos han escogido. ¿Soy yo la llamada a cambiar su vida y hacerlos hombres y mujeres de provecho para la sociedad? Por favor. Ya bastante tiene cada uno con su propia existencia. Dejémonos de dar jugo y hagamos cosas que realmente valgan la pena.

A los adolescentes y no tanto, que están detrás de estos movimientos patéticos, les doy un pequeño mensaje: Menos PC y más aire chicos, que el cerebro se les llenó de CO2.