En este día feriado, tan asqueroso como suelen ser los feriados para mí, una revelación ha llegado hasta mi cerebro. Muchos podrán creer que es producto de Mentania, un remedio que potencia tus capacidades, pero no, es simplemente el ocio que me deja tiempo para pensar en lo importante.
El otro día hablaba con Martín sobre las amistades platónicas, esos seres que queremos que sean nuestros amigos y que nos decepcionan cuando no logramos que nos acepten en sus vidas.
Son personas absorbentes, porque cuando pueden te piden alguna cosa, por más simple que sea. Si te agarran en msn, se ponen a hablar contigo y te cuentan cosas o te piden algo. Pero no es mutuo. Si tú quieres hacer lo mismo, sufrirás, porque siempre se están yendo, están ausentes u ocupados, por lo tanto jamás podrás tener ni el tiempo ni la ocasión para recibir de ellos lo que tú les das.
¿Ven? Tal cual un amor platónico. Haces todo por él con el fin de ser correspondido, pero nada.
No he tenido muchos de estos amigos. Para ser más exacta, sólo he tenido dos. Una muy muy muy, y la otra más o menos, pero igual un poco.
Yo realmente las quiero y quiero ser su amiga. POR FAVOOOR.
Al menos eso pensaba hasta hoy, que tuve esta revelación divina.
No quiero decir que ya no quiera ser su amiga, porque sería irreal, pero sí poner de manifiesto que no vale la pena continuar en este tipo de búsquedas. Intentar crear integraciones a través de proyectos, gastar energías para construir algo... No. No vale la pena, pero no porque no sean “amistades” que no merezcan ser salvadas, sino porque al lado de uno hay gente haciendo la fila para recibir un trato especial.
Son esos típicos amigos a los que uno ve muuy poco, pero que si necesitas un favor gigante, estarán a un metro. Margarita Sandoval. Y que lo harán tratando de dar lo mejor de sí. Son esos amigos a los que uno les puede pedir miles de cosas chicas, grandes, medianas, de allá para acá. Patricio Mujica. Y que lo harán a pesar de las rabietas ajenas.
Son esos amigos a los que uno llama por teléfono para armar una estrategia o para decirles que la vida se acabó. Cintia Figueroa. Y que se entusiasman como se entusiasma uno, y sufren como sufre uno. Son esos amigos que te preguntan cómo estás y te ven llorar. Margarita Ortiz. Y que perderán dos horas de su vida para consolarte y decirte que las cosas estarán bien.
Y cómo olvidar a ésos que siempre prestan la casa, te aguantan las tallas y buscan soluciones a tus problemas. Tomás Reyes. Logrando salvar situaciones y mascotas. O esos amigos que a veces se han ido, pero que regresan constantemente a ti. Marissa Ulloa. Para probarte que 20 años de amistad no son en vano, y que vamos para los 23.
Tampoco puedo dejar de mencionar a los que están lejos y que muchas veces fueron los que estuvieron más cerca. Martín Jali. Dándote lo más importante que tiene un amigo: tiempo y paciencia para que le digas todo lo que deseas decir. Y los que no dejaron que te fueras cuando te quisiste ir. Juan Biscaichipy, Paulina Gallardo. Devolviéndote constantemente al origen y aferrándote a la tierra.
Y por su puesto, los que creen en tus proyectos, aquéllos en los que piensas cuando los haces y que permanecen en todos los ámbitos de alguna manera. Gabriela Núñez. Dándote los consejos más importantes cuando estabas lejos y apostando por cosas que nadie apostó, para terminar armando las mejores ideas de tu vida.
Estos caras de trasero redondo, sí que valen la pena. Éstos son amigos reales. Uno no les mendiga su cariño. A veces nos enojamos y yo los saco del msn, aunque ellos no saben. Y siento que los odio, pero es porque los amo.
Eniwei. En ellos son en quienes debo pensar. Si quiero hacer proyectos, debe ser con ellos. Ya tenemos miles, pero a lo que voy es a que no debo concentrarme en otras cosas que no estén en relación con mis cuates. Para qué. Soy una persona relativamente ocupada, shiiiia, como para invertir mis energías en cosas que me hagan perder el foco de mis querubines.
Quizás soy una despechada de la amistad, no importa. A lo mío. Como un mero macho.
A veces no los tienes como los quisieras y se rebelan, pero al fin y al cabo en algún grado siempre aparecen. Y si no aparecen LOS SACO DEL MSN, CARAMBA Y LOS BORRO DE MI CELULAR. Mish. Patuitos.
El otro día hablaba con Martín sobre las amistades platónicas, esos seres que queremos que sean nuestros amigos y que nos decepcionan cuando no logramos que nos acepten en sus vidas.
Son personas absorbentes, porque cuando pueden te piden alguna cosa, por más simple que sea. Si te agarran en msn, se ponen a hablar contigo y te cuentan cosas o te piden algo. Pero no es mutuo. Si tú quieres hacer lo mismo, sufrirás, porque siempre se están yendo, están ausentes u ocupados, por lo tanto jamás podrás tener ni el tiempo ni la ocasión para recibir de ellos lo que tú les das.
¿Ven? Tal cual un amor platónico. Haces todo por él con el fin de ser correspondido, pero nada.
No he tenido muchos de estos amigos. Para ser más exacta, sólo he tenido dos. Una muy muy muy, y la otra más o menos, pero igual un poco.
Yo realmente las quiero y quiero ser su amiga. POR FAVOOOR.
Al menos eso pensaba hasta hoy, que tuve esta revelación divina.
No quiero decir que ya no quiera ser su amiga, porque sería irreal, pero sí poner de manifiesto que no vale la pena continuar en este tipo de búsquedas. Intentar crear integraciones a través de proyectos, gastar energías para construir algo... No. No vale la pena, pero no porque no sean “amistades” que no merezcan ser salvadas, sino porque al lado de uno hay gente haciendo la fila para recibir un trato especial.
Son esos típicos amigos a los que uno ve muuy poco, pero que si necesitas un favor gigante, estarán a un metro. Margarita Sandoval. Y que lo harán tratando de dar lo mejor de sí. Son esos amigos a los que uno les puede pedir miles de cosas chicas, grandes, medianas, de allá para acá. Patricio Mujica. Y que lo harán a pesar de las rabietas ajenas.
Son esos amigos a los que uno llama por teléfono para armar una estrategia o para decirles que la vida se acabó. Cintia Figueroa. Y que se entusiasman como se entusiasma uno, y sufren como sufre uno. Son esos amigos que te preguntan cómo estás y te ven llorar. Margarita Ortiz. Y que perderán dos horas de su vida para consolarte y decirte que las cosas estarán bien.
Y cómo olvidar a ésos que siempre prestan la casa, te aguantan las tallas y buscan soluciones a tus problemas. Tomás Reyes. Logrando salvar situaciones y mascotas. O esos amigos que a veces se han ido, pero que regresan constantemente a ti. Marissa Ulloa. Para probarte que 20 años de amistad no son en vano, y que vamos para los 23.
Tampoco puedo dejar de mencionar a los que están lejos y que muchas veces fueron los que estuvieron más cerca. Martín Jali. Dándote lo más importante que tiene un amigo: tiempo y paciencia para que le digas todo lo que deseas decir. Y los que no dejaron que te fueras cuando te quisiste ir. Juan Biscaichipy, Paulina Gallardo. Devolviéndote constantemente al origen y aferrándote a la tierra.
Y por su puesto, los que creen en tus proyectos, aquéllos en los que piensas cuando los haces y que permanecen en todos los ámbitos de alguna manera. Gabriela Núñez. Dándote los consejos más importantes cuando estabas lejos y apostando por cosas que nadie apostó, para terminar armando las mejores ideas de tu vida.
Estos caras de trasero redondo, sí que valen la pena. Éstos son amigos reales. Uno no les mendiga su cariño. A veces nos enojamos y yo los saco del msn, aunque ellos no saben. Y siento que los odio, pero es porque los amo.
Eniwei. En ellos son en quienes debo pensar. Si quiero hacer proyectos, debe ser con ellos. Ya tenemos miles, pero a lo que voy es a que no debo concentrarme en otras cosas que no estén en relación con mis cuates. Para qué. Soy una persona relativamente ocupada, shiiiia, como para invertir mis energías en cosas que me hagan perder el foco de mis querubines.
Quizás soy una despechada de la amistad, no importa. A lo mío. Como un mero macho.
A veces no los tienes como los quisieras y se rebelan, pero al fin y al cabo en algún grado siempre aparecen. Y si no aparecen LOS SACO DEL MSN, CARAMBA Y LOS BORRO DE MI CELULAR. Mish. Patuitos.
4 comentarios:
Para una reflexión así de mamona, un comentario así de mamón.
Me tiembla la cuchara. Conjugaciones: me tembló, me tiembla, me temblará la cuchara (y las manos y los codos y todo, hasta el tétanos... perdón, tuétano) de emoción y de amor al leer esto.
La cagaste.
Necesito una letra de cuerpo 12.468 para escribir el abrazote que te estoy dando.
Es que usté es USTÉ
y... ¿como no quererla?
(aunque me borre, a veces)
Vamos, vamos!!!
se me escapan tildes con la emoción!
:S:$
ooh luisa jajaja vale gracias
oiga loquilla el viernes nos vemos pa comer helados pq la ida es pa comer helados y gozar d las cosas ricas y agradables y tratar de romper con las que nos causan dolor...
tengo noticias d mí y las actualizaré, total pa eso están uds, pa apoyarme y quererme como yo tbn pa uds dos
besos lu, se me cuida (care poto tú tbn)
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