4 de febrero de 2008

Carta Abierta

Reproduzco carta abierta a la que adhiere Visceralia Ediciones.

CARTA ABIERTA A LA PRESIDENTA DE LA REPÚBLICA


Señora Presidenta de la República
Michelle Bachelet Jeria
Presente

De nuestra consideración,

Como Asociación de Editores de Chile que reúne a 47 editoriales independientes, universitarias y autónomas del país, y que representa a la mayor parte de la edición nacional, no podemos dejar de expresarle nuestra extrañeza y desazón ante el nombramiento del señor Pablo Dittborn en el Directorio Nacional del Consejo Nacional de Cultura.

No es la persona del señor Dittborn la que nos preocupa, sino su permanente posición ideológica, contraria a toda política pública en favor del libro. Ha llegado a afirmar, parafraseando a quien dijera “la mejor política de comunicación es no tener política de comunicación”, que “la mejor política del libro es no tener política del libro”. Ha sido en estos años el editor opositor por antonomasia a las políticas públicas en este ámbito, y al Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.

Pablo Dittborn es, por lo demás, Gerente General en Chile de la multinacional más grande del mundo en el sector libro. Si hacemos un paralelo con la industria del cine, costaría mucho creer que en un país como Alemania, país de domicilio de los propietarios de la multinacional del libro referida, se designe en el máximo Consejo de generación de políticas en favor del cine europeo o alemán, a un alto ejecutivo de una empresa de Hollywood.

Esto sin entrar a detallar el daño que la concentración editorial liderada por grandes transnacionales del libro ha provocado a la diversidad cultural del mundo y en la bibliodiversidad. Lamentamos se les dé aun más beneficios que los que ya tienen en nuestro país; baste, señora Presidenta, que se revise cómo se gasta en Chile el presupuesto de compra de libros de CRA para las bibliotecas escolares en favor de las empresas extranjeras, y en particular concentrándose en estos mismos grandes grupos. A pesar de la gravedad de esta situación, nuestra Asociación no ha conseguido una respuesta a nuestra petición de ser informados sobre montos y otros detalles de gastos en esta materia, petición formulada a la Ministra del ramo que la ley obliga a satisfacer.

El enfoque de no fomento mediante políticas públicas, defendido por estas transnacionales del libro, se alinea perfectamente con las políticas de los Estados Unidos de Norteamérica, cuya posición diplomática en esta materia fue ampliamente derrotada en París 2005, en UNESCO, al crearse la Convención para la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, de la cual paradójicamente Chile es uno de sus signatarios. También es paradójico que Pablo Dittborn se oponga a poner en discusión una ley de IVA diferenciado y de precio único para el libro, a pesar de que The Clinic se vende en todos los kioscos a un precio único, y a pesar de que su empresa se beneficia de estas medidas en su país de origen.

Señora Presidenta, somos muchos los editores que durante años hemos trabajado sostenidamente junto a las instituciones públicas que se vinculan al ámbito cultural en favor de desarrollar nuestro país en este ámbito, articulando la acción de la sociedad civil. Hemos jugado un rol relevante en la elaboración de la Política Nacional del Libro y la Lectura, en la política cultural para el Bicentenario, en la demanda de reservas para la cultura en los tratados de libre comercio, en la aprobación y ratificación de la señalada Convención a favor de la Diversidad Cultural, en buscar políticas equilibradas en el ámbito de la propiedad intelectual –recuperando el sentido social del acceso al conocimiento–, en reponer el tema de la comprensión lectora como un elemento central para construir una democracia verdadera con ciudadanos con capacidad crítica, partícipes de su sociedad, y no simples consumidores. El libro, más que cualquier otro bien, es instrumento y soporte fundamental para la educación y el desarrollo cultural, intelectual y científico de nuestro país y, por lo tanto, no puede quedar librado a la sola fuerza del mercado.

Cansa y frustra dedicar tantos esfuerzos desde la sociedad civil, en apoyo del proceso de contribuir al “gobierno ciudadano”, porque pareciera que para las autoridades no cuentan las ideas, ni el compromiso y el trabajo realizado, y que pese a todos los esfuerzos vence la complicidad con los grandes poderes del dinero y las transnacionales.

Nos despedimos, Señora Presidenta, convencidos de que cerramos una etapa, una etapa de profunda entrega en tiempo, esperanzas y energías al espacio público. Nos despedimos, señora Presidenta, impactados de cómo –al igual que como lo vemos en otros ámbitos– el tan elogiado llamado a participación de la sociedad civil de poco sirve cuando en el fondo son otros el modelo y la decisión política que predominan.


Eduardo Castro
Presidente

Juan Carlos Saez
Vice Presidente

Marisol Vera
Secretaria

Francisco Huneeus
Tesorero

Paulo Slachevsky
Director

Directiva
EDITORES DE CHILE

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