Cuando iba a la universidad a "aprender" (más conocido como aburrirme mucho), hubo algunas cosas, pocas, que llamaron mi atención. Entre ellas el viejo postulado que nos ha legado Bateson a los comunicadores: "el mapa no es el territorio".
Cuando estaba en esas adormecedoras clases con el profe Darío (más conocido como "ah, no, pero es que yo...") de vez en cuando me llegaban algunos conceptos al hipotálamo: autopoiesis, "setting the agenda", etc. Pero ninguno tan fuertemente como el hecho (para mí indiscutible) de que el mapa no es el territorio.
En resumidas cuentas lo que Bateson nos quiere decir (y lo que muchos sistémicos nos quieren decir cuando apuntan a esta idea) es que la realidad se crea. Es decir, el mapa es la mente, el territorio es la realidad. Luego, la mente tiene un modo de interpretar la realidad, nos ordena por dónde ir, cómo entender ciertas cosas, de qué modo actuar y desenvolvernos; pero claramente no es la realidad. A menos que querramos admitir que hay tantas realidades como mentes en el universo. Como sea. Ese modo es un mapa único en cada ser humano. Algunos le habrán puesto árboles, cerros, caminos diferentes para llegar a un mismo lado. Otros ven las cosas de manera distinta. Por eso la mente no puede ser un reflejo de la realidad sino de mi realidad, de tu realidad, de su realidad. De cada "realidad" particular que es, en el fondo, un cúmulo de subjetividades.
Por eso la frase me interpreta. Todo es relativo al final del día para mí. La mayor parte de las cosas pueden ser o no. O mejor aún: pueden ser y no ser. Coexisten muchas visiones acerca de una misma situación debido a que el mapa no es el territorio y hay millones de mapas.
Es probable que haya un único territorio. Eso me parece posible. Lo importante acá es que no puede haber un solo mapa, de ahí que quienes ostentan la verdad sobre el territorio no pueden sino estar mintiendo. Y en ese caso yo adhiero al postulado de que, aunque exista un único territorio, da lo mismo porque es imposible aprehenderlo tal cual como es. Imposible.
Obviamente nos ponemos de acuerdo en ciertas cosas y optamos por poner todos un mismo camino en nuestro mapa para ir a tal lado, todos tenemos una carretera que cruza para allá o para acá, pero en el resto del espacio universal infinito, las interpretaciones del cartógrafo humano son igual de infinitas que el territorio que intentan abarcar.
El mapa, además, está en constante crecimiento, verificación y corrección. Cual cartógrafo de país vecino, mueve los límites de las cosas, corre ideas de allá para acá, cambia su distribución, etc, etc, etc. Lo que está muy bien porque el único animal que no cambia de opinión es el burro.
Anyway. El mapa no es el territorio.
A ello agregaría que el mapa es tan maleable como uno quiera, así es que tomaré mis crayones y pondré las siguientes cosas en el mío:
1) Una playa solitaria de aguas cálidas y arenas blancas.
2) La casa de mi novio.
3) El edificio de oficinas de mi holding.
4) Mi casa de 30 habitaciones y 5 piscinas.
5) Un atajo a cada una de las casas de mis amigos.
6) Una goma y un grafito en cada esquina para recordar que siempre se puede empezar de cero.
Cuando estaba en esas adormecedoras clases con el profe Darío (más conocido como "ah, no, pero es que yo...") de vez en cuando me llegaban algunos conceptos al hipotálamo: autopoiesis, "setting the agenda", etc. Pero ninguno tan fuertemente como el hecho (para mí indiscutible) de que el mapa no es el territorio.
En resumidas cuentas lo que Bateson nos quiere decir (y lo que muchos sistémicos nos quieren decir cuando apuntan a esta idea) es que la realidad se crea. Es decir, el mapa es la mente, el territorio es la realidad. Luego, la mente tiene un modo de interpretar la realidad, nos ordena por dónde ir, cómo entender ciertas cosas, de qué modo actuar y desenvolvernos; pero claramente no es la realidad. A menos que querramos admitir que hay tantas realidades como mentes en el universo. Como sea. Ese modo es un mapa único en cada ser humano. Algunos le habrán puesto árboles, cerros, caminos diferentes para llegar a un mismo lado. Otros ven las cosas de manera distinta. Por eso la mente no puede ser un reflejo de la realidad sino de mi realidad, de tu realidad, de su realidad. De cada "realidad" particular que es, en el fondo, un cúmulo de subjetividades.
Por eso la frase me interpreta. Todo es relativo al final del día para mí. La mayor parte de las cosas pueden ser o no. O mejor aún: pueden ser y no ser. Coexisten muchas visiones acerca de una misma situación debido a que el mapa no es el territorio y hay millones de mapas.
Es probable que haya un único territorio. Eso me parece posible. Lo importante acá es que no puede haber un solo mapa, de ahí que quienes ostentan la verdad sobre el territorio no pueden sino estar mintiendo. Y en ese caso yo adhiero al postulado de que, aunque exista un único territorio, da lo mismo porque es imposible aprehenderlo tal cual como es. Imposible.
Obviamente nos ponemos de acuerdo en ciertas cosas y optamos por poner todos un mismo camino en nuestro mapa para ir a tal lado, todos tenemos una carretera que cruza para allá o para acá, pero en el resto del espacio universal infinito, las interpretaciones del cartógrafo humano son igual de infinitas que el territorio que intentan abarcar.
El mapa, además, está en constante crecimiento, verificación y corrección. Cual cartógrafo de país vecino, mueve los límites de las cosas, corre ideas de allá para acá, cambia su distribución, etc, etc, etc. Lo que está muy bien porque el único animal que no cambia de opinión es el burro.
Anyway. El mapa no es el territorio.
A ello agregaría que el mapa es tan maleable como uno quiera, así es que tomaré mis crayones y pondré las siguientes cosas en el mío:
1) Una playa solitaria de aguas cálidas y arenas blancas.
2) La casa de mi novio.
3) El edificio de oficinas de mi holding.
4) Mi casa de 30 habitaciones y 5 piscinas.
5) Un atajo a cada una de las casas de mis amigos.
6) Una goma y un grafito en cada esquina para recordar que siempre se puede empezar de cero.
4 comentarios:
yo, que también estuve en esas clases del profe Darío, sé perfectamente a qué te refieres con esta custión. y no puedo estar más de acuerdo. Bateson se queda con uno, de alguna manera. esas clases definieron mi forma de ver el mundo.
besurro, Proletina cartógrafa.
Cierto, proleta, a ti también te tocó el profe Darío. Un emblema... un sombrerero loco, jajajaja.
Tú también puedes ser cartógrafo, quisiera saber qué le pondrías a ese mapa. Besurro.
Ay yo tb quiero!
Yo parece q no fui a esa clase, te juro q no lo recuerdo. O seguro no lo entendí, por eso no lo recuerdo. Qué triste.
cintia
Sí fuiste! Si eran las clases del profe estrella po. Era tan temprano esa clase... OH, SUFRIMIENTO. Yo me dormía, de eso me acuerdo perfecto. Y del mapa, claro, jajajaja.
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