15 de marzo de 2011

Japón

A propósito de lo que está sucediendo en Japón, hay varias cosas que decir. Primero comenzar por el ya clásico chiste: Chile está perfectamente preparado para un terremoto grado 9... siempre que sea en Japón.

SOBRERREACCIONARON HOY, ésa fue la consigna. Pero hicieron bien. Dada la gente que murió el año pasado porque no se dio la alerta de sunami, me parece bien que el gobierno le pusiera color. Se evacuó el país entero, igual CUÁTICO, pero yo hubiera hecho lo mismo.

Las comparaciones entre Chile y Japón son lo que me ha molestado. Las historias de la gente que vivió ambos terremotos (ojo con lo que dios les quiere decir, porque vivir dos terremotos bordeando el grado 9 no es algo muy positivo, les aviso), me tienen bastante chata.

Obviamente que Japón es un país no sólo mejor preparado para estas cosas, sino con una cultura que nos lleva mucha distancia. La gente es muy educada y su naturaleza es guardar la calma. Es cosa de mirar los medios de comunicación japoneses, rescatando las historias positivas en vez de sembrar el pánico como hacen acá... pero no nos pisemos la capa entre super héroes, hay mucha censura y los medios están muy presionados para no hablar de lo que les voy a hablar ahora.

Es esa misma cultura tan estructurada, organizada, tan tecnológicamente avanzada, la que cree que es una buena idea tener una super planta nuclear en un país sísmico. Es la soberbia del super poderío. Y eso es el poder hablando, no el pueblo, por supuesto, como en todo. Y es muy grave.

Así como Japón es la gesiha, nosotros somos la drama queen de las sociedades. A mí me parece bien. O no me parece mal. Qué sé yo. Me gusta. O no me disgusta.

El terremoto nuestro estuvo acompañado de mucha histeria que fue exacerbada por muchas circunstancias ajenas a la gente: primero, la noche, o sea no se veía una mierda. Así cualquiera pierda la calma. Segundo, que se cayeron las comunicaciones, y eso no fue culpa del pueblo, sino de las autoridades y las empresas de telefonía y otros. Tercero, que el gobierno dio mal la información y la gente después no sabía qué era verdad y qué no. Cuarto: los medios de comunicación transmitían 24 horas sin parar y todo lo que veíamos era destrucción. Cundió la desesperanza. Y ante eso, el miedo, la inseguridad, y recién como quinto elemento apareció el desorden social, provocado por todos estos antecedentes.

Hicimos lo que pudimos con lo que tuvimos a mano en ese momento. Me encantaría que las cosas mejoraran, pero parten por casa. Y yo, en lo personal, aún no tengo mi mochila de supervivencia y no creo que la tenga. Supongo que es una forma de ser, de vivir la vida, de asumir lo inesperado, de entender que es bastante poco lo que podemos controlar de este mundo. Y es una decisión personal.

No creo que aprendamos de la experiencia de la cultura sísmica de Japón. Lo que sí tenemos que aprender AHORA YA DE MANERA URGENTE, es que no podemos construir plantas nucleares. De verdad. Lo digo muy en serio. Un país sísmico no lo permite. No debemos hacerlo. Espero que eso lo aprendamos, porque si sumamos nuestra dramaqueenés a una planta nuclear, ahí sí que nos jodemos y nos vamos bien a la mierda.

La situación de Japón es DRAMÁTICA, piensen que las informaciones en estos temas, siempre son muy controladas y censuradas. O sea, si sabemos lo que sabemos, y es grave, la realidad debe ser MUCHO PEOR. Ahí yo no tengo ninguna duda.

Ojalá que las cosas empiecen a mejorar en algún momento, porque es horrible la cantidad de muertos y desaparecidos que hay. Es muy triste lo que está pasando. Japón no lo merece. Nadie.

2 comentarios:

Juan Punto dijo...

"Así como Japón es la gesiha, nosotros somos la drama queen de las sociedades." Creo que esta frase es sublime.

Luisa Ballentine dijo...

Sublimísima y verdadera

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